El presunto autor de la muerte violenta de sus dos hijas en la localidad pontevedresa de Moraña
El presunto autor de la muerte violenta de sus dos hijas en la localidad pontevedresa de Moraña - efe

El parricida de Moraña envió cartas a familiares anunciándoles su suicidio

Una allegada descubrió el crimen cuando fue a hablar con él y avisó a la Guardia Civil

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David Oubel, en prisión por el asesinato de sus dos hijas de 4 y 9 años en Moraña (Pontevedra), envió varias cartas a familiares en las horas previas al crimen anunciándoles que se iba a suicidar, según han confirmado a ABC fuentes del caso. Uno de estos allegados, una mujer, acudió a la vivienda para hablar con él e interesarse por lo que le ocurría el viernes por la mañana. Fue ella quien descubrió el doble crimen y alertó a la Guardia Civil, según consta en las primeras informaciones telefónicas recibidas que la identifican con su nombre de pila. «Esas personas han explicado que no dijo nada respecto a la muerte de las niñas», señalan las mismas fuentes, sin entrar en más detalles sobre el contenido de esos importantes escritos en los que el individuo podría haber apuntado el móvil de este espeluznante suceso.

Cuando los agentes llegaron a la vivienda encontraron los cadáveres de las pequeñas y al padre en la bañera con unos pequeños cortes. Supuestamente habría ingerido también unas pastillas. «Las heridas que presentaba son incompatibles con un suicidio; solo hay que ver el tiempo que pasó en el hospital», apuntan desde la investigación. Nada más llegar los guardias a la casa vieron la sierra radial, el arma homicida, y así consta también en las primeras informaciones oficiales. Al parecer la habría comprado en una ferretería de la localidad poco antes.

Los agentes están a la espera de los datos preliminares de la autopsia para saber si las pequeñas fueron sedadas –no está nada claro que ocurriera– y para determinar con mayor precisión la hora del crimen. Se da por hecho que las dos muertes fueron planeadas con antelación, tanto por el arma empleada como por las cartas enviadas, entre otros motivos.

Investigación muy perfilada

El equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cambados es el encargado de la investigación, ya muy perfilada a falta de algunos flecos. Pese a que Oubel se negó a declarar y se mostró frío y distante, los primeros datos apuntan a que no hubo un detonante directo que tuviera que ver con Rocío Vieites, su exmujer y madre de las pequeñas. La pareja mantenía una relación tensa desde su separación y según algunas informaciones del entorno, su exmarido la telefoneó para anunciarle que iba a matar a las niñas.

David Oubel, de 40 años, está ingresado en la enfermería de la cárcel de A Lama donde se le ha aplicado el protocolo antisuicidios ante un eventual intento de acabar con su vida, pero sobre todo para evitar que algún preso se tome la justicia por su mano. La permanencia en la enfermería, zona más protegida en las prisiones, al menos inicialmente es una medida habitual en casos que causan una gran repulsa social como este donde dos criaturas de 4 y 9 años han sido asesinadas de forma salvaje por su padre.

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