Elecciones - Catalanas

Batacazo de Catalunya Sí que es Pot, empatado con el PP como cuarta fuerza

La marca en la que se incluye Podemos obtiene dos diputados menos que los que obtuvo ICV en solitario en 2012. Iglesias considera el resultado «altamente decepcionante»

Pablo Iglesias con la papeleta de CSQP - afp

Esta vez la campaña no ha sentado bien a Podemos. Su marca catalana, Catalunya sí que es Pot, se ha hecho con poco menos del 9 por ciento de votos y 11 diputados. En 2012, ICV-EUiA, que forma parte de la candidatura, ya obtuvo un 9,9 por ciento de los votos (8,93) y 13 escaños. Podemos no sólo no logra sumar sino que cosecha peores resultados que su socia de coalición en solitario. El tropiezo, con las generales tan cerca, es importante.

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La apuesta por dejar de lado el debate soberanista y centrar la campaña en los derechos sociales y en una «primera vuelta» para las generales, pidiendo el voto a los catalanes para «echar a Rajoy» del poder, no ha resultado tan beneficiosa como el partido pretendía.

A Catalunya Sí que es Pot no solo le ha venido grande ser una alternativa de Gobierno en Cataluña capaz de plantar cara a CiU —idea con la que se constituyó al calor del éxito de Ada Colau antes de que naciera Junts pel Sí—, sino que ni siquiera ha logrado ser tercera fuerza, por dentrás de Junts pel Sí y Ciudadanos, como lo situaban algunas encuestas: el PSC lo supera en escaños y lo relega a la cuarta posición. Empata con el PP en número de asientos, aunque con más papeletas (un 8,46% de los votos para los populares).

La presencia constante de Pablo Iglesias en la campaña catalana no ha servido para empujar a su desconocido candidato, Lluís Rabell, y deja al líder de Podemos en una situación comprometida a menos de tres meses de las elecciones generales.

Iglesias, que atendió al escrutinio reunido con su Ejecutiva en Madrid, ha comparecido ante los medios para reconocer que el resultado de Podemos «es altamente decepcionante». «Somos conscientes de las dificultades pero vamos a esforzarnos y a trabajar para ganar las próximas elecciones generales», ha explicado Iglesias, que aún así recuerda que en todo el escrutinio han ido por delante del PP.

«Habremos cometido errores, pero el mayor ha sido apostar por la responsabilidad», ha defendido el líder de Podemos, escoltado por miembros de su Ejecutiva. «No ha funcionado apostar por la responsabilidad, pero no la sacrificamos por razones electorales. Damos la cara siempre». Iglesias se ha quejado de que Artur Mas se alegre de su resultado, porque demuestra que «les sobra la otra mitad de Cataluña», y ha advertido de que aunque «aspira a seguir siendo presidente, lo va a tener muy difícil».

Preguntado sobre si hacía autocrítica, Iglesias ha señalado que «era un error electoral hablar de derechos sociales». «Pero lo seguiremos cometiendo», ha advertido.

«Altamente decepcionante»

Tras la victoria de Ada Colau en Barcelona, sondeos y analistas daban a la alianza de izquierdas entre ICV y Podemos capacidad incluso para ganar las elecciones autonómicas en Cataluña. Un candidato desconocido y una campaña polarizada —en la que la estrategia de la formación morada de alejarse del eje «soberanismo sí o no» le ha pasado factura— han acabado por desinflar lo que antes del verano eran los mejores augurios. Y supone una nueva mancha en el «expediente electoral» de Podemos.

La estrategia diseñada por la formación morada para Cataluña pasaba por centrar la campaña en dos ejes: la corrupción y los recortes en derechos sociales. Los de Iglesias creen que en esa esfera se sitúan por igual Rajoy y Mas, y pidieron el voto para Catalunya Sí que es Pot porque era «votar doble»: para echar a uno y a otro del poder.

Así, han huído de centrar el debate en independencia sí o no, con un discurso bastante moderado en este punto —defensa del «derecho a decidir» de los catalanes en el marco de un proceso constituyente en todo el Estado— y enfocan esta cita electoral no sólo en clave autonómica contra la lista liderada por el presidente catalán, sino en clave nacional y apuntando directamente a Mariano Rajoy.

Antes de que compareciera Iglesias en su sede en Madrid, una de las primeras reacciones ante el batacazo en Podemos la ha dado el diputado madrileño y senador Ramón Espinar en Twitter. También lo ha hecho el número dos del partido, Iñigo Errejón.

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