El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk - EFE

La UE y Japón confirman su acuerdo político para un tratado de libre comercio

«Planeamos esta cumbre hace tiempo, cuando nos comprometimos a hacer todo lo que estuviese en nuestra mano para concluir las negociaciones políticas y comerciales», ha indicado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Los líderes de la Unión Europea y Japón han sellado durante una cumbre bilateral un acuerdo político sobre su tratado de libre comercio, un pacto que aún debe concretarse a nivel técnico pero con el que esperan lanzar un mensaje común contra el proteccionismo en vísperas de la reunión del G20.

"Japón y la UE enarbolaremos la bandera del libre comercio entre tendencias proteccionistas", dijo en primer ministro japonés, Shinzo Abe, en una rueda de prensa al término de la cumbre celebrada en Bruselas.

El mandatario nipón subrayó que el acuerdo, que une a dos socios que copan entre ambos el 40% del comercio y el 30% del PIB mundial, es un "logro" del que "estar orgullosos"y al mismo tiempo "envía un mensaje fuerte al mundo".

En la misma línea se pronunció el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien señaló que el acuerdo ha sido posible porque la cooperación no se basa solo en el comercio, sino en los "valores compartidos" de apoyo a las "democracias liberales, los derechos humanos y el Estado de Derecho".

"Aunque algunos dicen que estamos volviendo al tiempo del aislacionismo y la desintegración, estamos demostrando que ese no es el caso", dijo Tusk. Un mensaje poco velado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que participará en la cumbre de G20 y cuyas políticas en materia de clima o comercio internacional han abierto cuestiones sobre el compromiso de su país a nivel global.

Pese al énfasis puesto por ambas partes en el anuncio, el consenso político para el tratado comercial -que ha sido bautizado como Acuerdo de Asociación Económica- no pone fin a las negociaciones, que empezaron en 2013 y deberán continuar a nivel técnico para cerrar los puntos pendientes.

El objetivo es que el texto definitivo esté listo antes de fin de año, de forma que pueda empezar su ratificación y entrar en vigor a principios de 2019.

El principal escollo pendiente de solventar es la elección del mecanismo que se introducirá para dirimir las disputas entre Estados e inversores, donde Bruselas pide un Sistema de Tribunales de Inversiones (ICS, en inglés) como el creado para el acuerdo con Canadá (CETA), algo a lo que se opone Tokio.

"He dejado claro que los tribunales privados no tienen cabida a la hora de decidir sobre temas de interés público", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien señaló que la UE consultará con sus socios de cara a establecer un sistema multilateral de tribunales de inversiones.

Liberalización de las exportaciones

Una vez entre en vigor, el tratado permitirá liberalizar el 91% de las importaciones desde la UE hacia Japón y hasta el 99% cuando se aplique en su totalidad. A día de hoy, estas importaciones suponen unos 86.000 millones de euros y generan 600.000 empleos en los Veintiocho, según la Comisión Europea.

La UE, por su parte, liberalizará en un primer momento el 75% de las importaciones niponas para pasar, a lo largo de un periodo de 15 años, a liberalizar el 100%.

El "gran ganador", según la UE, será el sector agroalimentario comunitario, donde se eliminarán los aranceles para el 85 % de las importaciones.

Se suprimirán desde el primer día las tarifas para el vino, lo que permitirá al sector ahorrar 134 millones de euros, mientras que para el queso -que ahora tiene aranceles de hasta el 29,8 %- estas se suprimirán o reducirán en función de la variedad.

Además, más de 200 indicaciones geográficas comunitarias estarán protegidas en Japón con los mismos estándares que en la UE, entre ellas, las españolas Queso Manchego o Azafrán de la Mancha.

En el sector automovilístico, el más sensible para la parte europea, Japón eliminará los aranceles a la importación de vehículos dentro de siete años, mientras que para la industria de piezas de coches el periodo de "transición" para suprimirlos variará en función de la pieza concreta, desde la entrada de la fecha en vigor hasta los siete años.

El acuerdo incluye también una cláusula que permite a la UE reintroducir tarifas arancelarias en caso de que Japón introduzca "barreras" a las exportaciones europeas.

Además del Acuerdo de Asociación Económica, los socios firmaron también un Acuerdo de Asociación Estratégica que servirá de "marco" para su cooperación en áreas tradicionales, como energía o clima, pero también nuevas, como el cibercrimen o la gestión de desastres.

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