«Europa ha puesto en marcha un plan de acción para promover la economía social»
«Europa ha puesto en marcha un plan de acción para promover la economía social» - ABC

«Nos tienen que bajar impuestos como al resto de las empresas»

Juan Antonio Pedreño, presidente de Social Economy Europe y de CEPES, explica las claves de la economía social: Solidaridad, participación y creación de empleo de calidad

MADRID Actualizado: Guardar
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Pedreño es el máximo exponente de la economía social en Europa, y no es casual. Lleva toda la vida explicando que hay otro modelo económico posible, el que no despide cuando caen las ventas, el que no deslocaliza, el que crea empleo de calidad. Se trata de la economía social.

—¿Esta semana se ha celebrado en Madrid una cumbre al más alto nivel sobre la economía social en la Unión Europea. ¿Qué balance hace?

—Muy bueno. Han sido quince países los que han reinvindicado el protagonismo de la economía social. Lo importante es el camino que hemos andado desde diciembre de 2015, cuando se creó el grupo informal de seis gobiernos en apoyo de la economía social, y ahora son quince en apenas año y medio.

Es algo muy relevante.

—A la jornada asistieron también dos comisarias europeas que intervinieron por videoconferencia. ¿Se apoya lo suficiente la economía social desde Bruselas?

—Sí, desde luego. Ulla Engelmann, la jefa de unidad de clusters de la DG de Mercado Interior, Industria y Pymes, ha presentado una iniciativa con 5 ejes y 34 medidas para fomentar la economía social en Europa.

—¿Pero las medidas son interesantes o son más bien de «lengua de madera», como se dice en Bruselas a las iniciativas que tienen poco contenido real detrás?

—Lo que nosotros queremos es que todas estas medidas sueltas se traduzcan en un plan de acción para la economía social entre 2017 y 2020. El Consejo de la Unión Europea aprobó por unanimidad en diciembre del año pasado un dictamen en favor de la economía social como motor de desarrollo económico en Europa.

Las estadísticas señalan que en España pesa menos la economía social que en otros países. ¿A qué se debe?

—España  es muy intensiva en creación de empleo, y eso es muy bueno. Francia, la parte sur de Bélgica, Italia, Portugal y España son países intensivos en creación de empleo. En el norte de Europa hay otro tipo de cooperativas, que son más bien de bancos, de consumo y de agroalimentación, en las que hay socios pero no son trabajadores aunque, pese a ello, viven en los valores de la economía social, que son de participación y de solidaridad. En Dinamarca, por ejemplo, hay más socios de cooperativas que personas porque los ciudadanos se asocian a varias cooperativas.

Pero en España no lo vemos así...

—No, no, claro. Aquí lo vemos como una manera de crear empleo y todas las medidas del Gobierno van encaminadas a ello. Bancos tenemos muy pocos, y ahora con la reforma que ha habido menos, y casi ninguno cooperativo. Las cooperativas agroalimentarias son importantes, pero la más grande nuestra es como la holandesa más pequeña. Cuando eres socio de una cooperativa de consumo estás hablando de otra forma de comprar y de vender.

«En las cooperativas nos bajamos el sueldo a cambio de no despedir a nadie»

Si no fuera por las cooperativas agrícolas habría mucha zonas sin población y serían un desierto. Las empresas de la economía social han destruido menos empleo porque una empresa normal cuando le bajan las ventas despide gente, y en las cooperativas nos bajamos todos el sueldo a costa de mantener el empleo. En mi cooperativa, dedicada a la enseñanza desde 1982, empezamos 7 personas y en todos estos años no hemos repartido beneficios nunca, porque todo se ha reinvertido para mejorar el centro, ayudar al pueblo, a los alumnos, etc...y así hay miles de empresas sociales en España que ganan dinero pero que no lo están repartiendo. Lo primero es ganar dinero pero la diferencia es qué hago con el dinero que gano.

—¿Y qué le piden al Gobierno español?

—Un plan de acción para la economía social a nivel estatal y de las Comunidades Autónomas.

—¿Solo eso?

—Hay una Ley de Cooperativas pero data de 1990 con lo que se ha quedado obsoleta y, en ese año todas las empresas tenían un tipo del Impuesto de Sociedades de un 35% y las cooperativas pagábamos un 20% y las de trabajo tenían una excención del 50%, con lo que en realdiad pagaban un tipo del 10%. De este modo en 1990 había una diferencia en el tipo del impuesto de 25 puntos básicos, lo que era muy importante para las cooperativas. Lo que ha ocurrido ahora es que el tipo del Impuesto de Sociedades ha ido bajando estos años con lo que el diferencial fiscal positivo que tenían las cooperativas entonces se ha perdido porque a nosotros no nos han bajado el tipo del impuesto. Nos tienen que bajar los impuestos como al resto de empresas.

—¿Cree que después de los estragos de la crisis este tipo de iniciativas tienen un poco más de eco?

—En Europa sí. Pongo un ejemplo. Eslovenia tiene hoy un 1% de personas en la economía social, y quiere que la cifra se eleve al 5% porque han visto la importancia de este tipo de empresas sociales.

—Pero Eslovenia es un país muy pequeño...

—Efectivamente, apenas 5 millones de habitantes. Luxemburgo es otro buen ejemplo. En Italia hay 40.000 cooperativas del tercer sector que se dedican básicamente a la atención a las personas... Se va tomando conciencia cada vez más del valor y la importancia que tiene este asunto, porque es otra forma de ver la vida si somos capaces de transmitir esos valores de solidaridad, participación, de democracia y de creación de empleo.

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