La ministra de Fomento, Ana Pastor, en una de las últimas visitas al proyecto
La ministra de Fomento, Ana Pastor, en una de las últimas visitas al proyecto

El retraso en los pagos de un mes dispara las alarmas en el AVE a La Meca

El presidente de Renfe mantendrá hoy una reunión con la compañía contratista en Arabia Saudí

MADRID Actualizado: Guardar
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El representante de una de las empresas del consorcio que construye el tren de alta velocidad entre La Meca y Medina reconoce a ABC el juego de luces y sombras que caracteriza las negociaciones de las firmas españolas entre sí y de estas con el contratista de la obra, la compañía estatal Saudi Railways Organization (SRO). «Algunas veces la estrategia y los intereses de cada empresa chocan con la realidad». La realidad de una de las obras de ingeniería más ambiciosas, complejas y costosas (6.700 millones de euros de presupuesto inicial) de la historia y la estrategia por maximizar beneficios o, en el peor de los casos, minimizar costes.

El último capítulo de los desencuentros ente el consorcio AlShoula y Riad llega en un momento de especial debilidad en la parte española, con un gobierno en funciones que preside buena parte de las principales firmas del consorcio –Renfe, ADIF e Ineco– y con el apremio del plazo límite fijado por contrato para acabar las obras a finales de 2017.

En este contexto, ha irrumpido un nuevo condicionante.

Más costes

Empresas que participan en la fase de construcción del trazado confirman fuera de los cauces oficiales que se han producido retrasos en los pagos de los trabajos que se certificaron en noviembre y que, según las previsiones, debían abonarse en abril, pese a que SRO ha reconocido dichos costes. Los desembolsos vinculados al resto de certificaciones se han realizado escrupulosamente, detallan estas mismas fuentes, que recuerdan que ya en 2015 se registraron retrasos de varios meses que no afectaron al curso de las obras.

La respuesta del fabricante de los trenes, Talgo, es distinta, ya que sus certificaciones siguen un procedimiento paralelo al de las constructoras –OHL y Copasa– y, por tanto, no coinciden con el calendario de pagos del resto de las firmas del consorcio Al Shoula. Fuentes de la dirección de la compañía aseguran que se encuentran «al día». Recuerdan que sus resultados hasta marzo reflejan un repunte del beneficio neto del 113,7%, hasta los 18,2 millones, como consecuencia de la «fuerte actividad de fabricación» en Arabia.

La inquietud está entre los constructores de la vía. Los motivos de la demora en los pagos se desconocen, pero desde algunas empresas se interpreta como un aviso, ante las peticiones de las firmas para que Riad modifique la obra de forma que sufrague los sobrecostes por la adición de proyectos no incluidos en el presupuesto inicial, y el reconocimiento por contrato del adelanto de la inauguración, para principios de 2017, del primer tramo entre Medina y la Ciudad Económica. Para negociar estos puntos y amortiguar los roces, Pablo Vázquez, presidente de Renfe y máximo responsable de Al Shoula, mantendrá hoy una reunión con SRO.

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