Los bienes de equipo, entre los protagonistas de la exportación de las empresas españolas en 2015
Los bienes de equipo, entre los protagonistas de la exportación de las empresas españolas en 2015 - EFE

El número de empresas exportadoras creció más de un 50% durante los años de la crisis

La inversión productiva en el extranjero se recupera y acumula 29.749 millones netos en los últimos tres años

MADRID Actualizado: Guardar
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La gran recesión que sufrió España frenó en seco el consumo nacional y obligó al tejido empresarial a buscar nuevos mercados en el extranjero. Prueba de ello es el notable incremento de la base de empresas exportadoras. El número de compañías nacionales que venden sus bienes y servicios en el exterior ha aumentado desde el inicio de la crisis un 51%, desde las 97.418 que lo hacían en 2007 a las 147.378 exportadoras registradas al cierre del año pasado, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio.

Esto ha permitido que el sector exterior continúe creciendo en cuanto a su aportación al conjunto de la economía española, con un peso ya del 33% en el Producto Interior Bruto (PIB), al alcanzar en 2015 un volumen histórico de 358.452 millones de euros.

Ni siquiera el sector inmobiliario y de la construcción, que en 2007 suponía el 17,5% de la riqueza nacional, ha llegado a tener esa importancia.

Las exportaciones españolas son, a día de hoy, las que más crecen de entre las grandes economías europeas. Entre enero y junio de este ejercicio, últimos datos disponibles, avanzaron un 2,3% respecto al mismo periodo de 2015, mientras que en Alemania crecieron un 1,5%, en Italia se estancaron, en Francia cayeron un 1,2% y en Reino Unido se desplomaron (-5,3%).

De hecho, la mejora de la balanza comercial española en los siete primeros meses de 2016 –con un déficit de 8.436,1 millones de euros, un 34,5% menos que un año antes– ha contribuido junto con la de Alemania (superávit de 132.800 millones), Holanda (29.500), Italia (23.300) e Irlanda (24.200) a la mejora del superávit comercial del conjunto de la Eurozona, que ha registrado un récord semestral de 134.500 millones de euros.

Es más, España encadena tres años de superávit por cuenta corriente y cuatro de capacidad de financiación, corrigiéndose así uno de los históricos desequilibrios de la economía española, el déficit exterior, lo que ha permitido mejorar la competitividad del país.

Cierto es que en los dos últimos años el número total de exportadores (ver gráfico) se ha reducido en 3.782 empresas. Esto se explica básicamete por una suerte de estabilización después del fuerte incremento registrado en los primeros años de la crisis. O lo que es lo mismo, no todas las empresas que empezaron a exportar como respuesta a la recesión lo siguen haciendo a día de hoy.

En este sentido, es más significativo que el número de compañías que exportan regularmente –aquellas que lo hacen en el año de referencia y en cada uno de los tres inmediatamente precedentes, según la definición del Ministerio de Economía– sí ha crecido año a año desde 2011. En 2015 se contabilizaron 47.782 exportadores habituales, un 4,2% más que en 2014 y un 22% más que en 2007.

Las exportaciones españolas no solo se han hecho más regulares, sino que además están creciendo en sectores de mayor valor añadido, como el de los bienes de equipo, que ya suponen el 20,2% del total, y el del automóvil (18,9%). Por otro lado, y ante la débil demanda de los socios tradicionales de la Unión Europea, se han conseguido abrir a nuevos mercados, sobre todo de Asia, Oriente Medio y Oceanía, entre otros.

Inversión productiva

La mayor actividad de las empresas españolas en el extranjero se refleja también en una fuerte recuperación de la inversión productiva de estas en otros países. En concreto, y tras caer en más de 900 millones de euros en 2012, la inversión neta en el extranjero empezó en 2013 a crecer de nuevo y el año pasado ascendió a 17.001 millones, lo que implica triplicar el dato de 2014. Aun así, esta cantidad queda todavía muy lejos de los 82.300 que se formalizaron en 2007.

Todas estas cifras no parecen estar condenadas a estancarse, sino que el objetivo y las previsiones son de una tendencia al alza en los próximos años, según apunta la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en su «Guía para la internacionalización de la empresa», publicada el pasado agosto y en la que recoge sesenta instrumentos que fomentan tanto las exportaciones como la inversión exterior de las empresas, principalmente las pymes.

«Para consolidar el nuevo patrón de crecimiento de la economía española es fundamental que el sector exterior siga ganando protagonismo. Por ello, hay que mantener el dinamismo del sector exportador, clave en la recuperación económica», explica la patronal en su informe. Y es que con el aumento de las exportaciones se ha logrado mitigar el impacto en el crecimiento económico de la desaceleración de la demanda nacional.

A pesar de ello el alicaído crecimiento de la Unión Europea podría tirar hacia abajo las exportaciones españolas a corto y medio plazo, tal y como ha advertido ya la CEOE.

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