El Rey Felipe VIcon su homólogo saudí, el rey Salman bin Abdelaziz, el pasado fin de semana en Riyadh
El Rey Felipe VIcon su homólogo saudí, el rey Salman bin Abdelaziz, el pasado fin de semana en Riyadh - EFE
ARABIA SAUDÍ

El nuevo modelo económico de Arabia Saudí con menos crudo, maná para la empresa española

El Gobierno del país lanzó en abril del año pasado un plan de diversificación a quince años para impulsar nuevos sectores productivos

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Arabia Saudí es un país que está asentado en un mar de petróleo y, de hecho, es uno de los principales países exportadores de oro negro del mundo. Un manantial de riqueza que se ejemplifica con una cifra: con una población de 28 millones de habitantes, tiene una renta per cápita de 53.800 millones de euros. Sin embargo, con la caída del precio del crudo que se registró desde 2014, el Gobierno de Riyadh decidió poner en marcha un plan de diversificación económica de quince años de duración para fomentar otras industrias y, de este modo, diversificar los riesgos.

El plan, denominado Vision 2030 y Programa Nacional de Transformación, pretende que otros sectores económicos ajenos al petróleo generen 100.000 millones de dólares de ingresos anuales extra para las arcas públicas del país. Además se redujeron subsidios para la compra de gasolina, la electricidad y el agua, lo que supondrán alrededor de otros 30.000 millones extra, cantidad a la que se sumarán los ingresos del nuevo impuesto sobre el valor añadido, que podría añadir otros 10.000 millones de dólares a las arcas públicas.

¿Y cuáles han sido los resultados iniciales del plan? Como pasa con muchas cosas, tanto en la vida como en los negocios, hay muchos proyectos que avanzan a un ritmo muy distinto al inicialmente planficado. De momento, en lugar de aumentar la recaudación, la economía del país se ha contraido. Aunque todavía no hay datos definitivos todo indica que economía de ese país habrá acabado 2016 con un escuálido crecimiento de un 1,2%, muy alejado del 3,5% que registró en 2015.

La visita del Rey a Riyadh, junto a una amplia delegación empresarial, intensifica la carrera hacia amplias oportunidades de negocio

La razón, según los expertos de Bloomberg, es que el recorte de gasto público, que durante años ha sido el motor del crecimiento fruto de los suculentos dividendos que daba la exportación de petróleo, ha caído en picado. Se ha pasado de la opulencia en el gasto a apretar el cinturón, fruto de la llegada al país de un fenómeno muy conocido en otras latitudes: el déficit público. Los números rojos llegaron a Arabia Saudí en 2014, cuando registró un déficit de las cuentas públicas de un 3,4% del PIB, cifra que pasó al 15,9% en 2015 y se prevé el 13% en el año 2016.

Todos los anteriores números son fruto de que las ventas de petróleo han pasado de arrojar unos ingresos de 151.300 millones de dólares en 2015 a 132.600 el año pasado, según las primeras estimaciones.

Desde el Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo que se dedica a vigilar la salud de la economía de todos los países, se ha recomendado al Gobierno de Arabia Saudí que «continúe con la consolidación fiscal para reducir el déficit público y con la senda de reformas estructurales iniciadas para reforzar y transformar la economía del país.

Privatizaciones

La idea del Gobierno de Riyadh es ir dejando poco a poco a la iniciativa privada desarrollarse y aumentar su rol en el sistema productivo del país mediante la privatización de algunos servicios que antes estaban en manos del Estado, mejorar la facilidad para hacer negocios en el país, desarrollar los mercados locales de capitales, fomentar la investigación y dar apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

La visita del Rey Felipe VIa Arabia Saudí ha ayudado mucho a los contactos empresariales

Al margen de poner deberes, a lo que es muy aficionado el FMI, esta institución multilateral reconoce que las refomas puestas en marcha «han ayudado a fortalecer el sistema financiero del país, de modo que el sector bancario está bien posicionado para hacer frente a unos ingresos menores del petróleo y a un escuálido crecimiento económico. Por eso animamos a las autoridades a seguir por esta vía y a seguir de cerca la evolución de la calidad del crédito, reforzar la vigilancia macro-prudencial y finalizar el marco para regular las resoluciones de las crisis bancarias y de provisiones de liquidez».

Para este 2017 que acaba de empezar el panorama aún parece sombrío. Tim Callen, director adjunto de la misión del FMI para Arabia Saudí, aseguraba esta misma semana que «hemos rebajado la previsión de crecimiento económico del país en 2017 del 2% que preveíamos al 0,4%. La principal razón es el cambio en las perspectivas de la aportación del petróleo al Producto Interior Bruto del país, sobre todo tras el acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para recortar la producción en un intento de subir los precios».

En esta situación Qamar Energy, una consultora especializada en energía con sede en Dubai, asegura en un informe reciente que «como consecuencia de la caída en picado de los ingresos del país por el enorme descenso del precio del petróleo desde mediados de 2014, Arabia Saudí necesita nuevas inversiones en proyectos para diseñar el nuevo modelo económico del país, en principio alejado del petróleo aunque seguirá dependiendo aún mucho tiempo en buena medida de él».

Para lograr fondos el país lanzó una emisión de bonos de deuda el año pasado y consiguió ingresar 17.500 millones de dólares, que en buena parte han sido usados para pagar a los proveedores privados de muchos sectores.

Oportunidad

Por convicción o por obligación, Arabia Saudí parece destinado a cambiar su modelo económico. Y dentro de esta diversificación que pretende hacer el Gobierno de Riad es donde aparecen las empresas españolas en escena, muy internacionalizadas que estalló la crisis en el año 2008.

No hay que olvidar tampoco que Arabia Saudí es el principal socio comercial de España y el destino más importante de las inversiones de nuestro país en Oriente Medio. La exportación española en 2015 fue de 3.094 millones de euros, lo que supuso un 36% de aumento respecto al año 2014. Arabia Saudí ocupó el puesto 16 en el ranking de países clientes de las exportaciones españolas.

En la otra cara de la moneda las importaciones de España en 2015 alcanzaron la cifra de 3.493 millones de euros, lo que supuso una disminución del 33,6% con respecto a 2014. El país árabe ocupa el puesto 17 en el ranking de países proveedores de España.

El FMI ha rebajado la previsión de crecimiento del PIB del 2% al 0,4%

L a reciente visita del Rey Felipe VIa Arabia Saudí ha servido precisamente para estrechar lazos, primero entre las dos Casas Reales, y luego también entre las empresas españolas y los miembros del Gobierno del país, siempre en aras de buscar las posibilidades de cooperación entre ambos países en el terreno económico, aunque no solo.

Felipe VI se reunió con el rey Salman bin Abdelaziz, quien le condecoró con la máxima distinción reservada a mandatarios extranjeros. Durante su discurso el monarca español se mostró convencido de que tras la adjudicación de obras como la construcción del AVE entre Medina y La Meca y del metro de Riyadh, las empresas españolas lograrán muchos más aprovechando la política de apertura económica del país. Por parte saudí el Rey destacó la labor que las empresas españolas han desarrollado en el país y confió en que esta relación económica se pueda ver reforzada.

«Compañero de viaje»

Joaquim Gay de Montellà, vicepresidente de CEOE y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de CEOE, asegura que «el viaje ha tenido un gran nivel y se ha notado mucho el cariño y esmero que han puesto en nuestra visita. Hubo una comida en el Palacio Real en la que estuvieron casi todos los ministros saudíes y fue muy interesante ya que pudimos hablar de primera mano con ellos». El representante de la patronal española cree que «en Arabia Saudí se considera a España como un compañero de viaje en el nuevo modelo económico que decidió llevar a cabo el Gobierno en abril del año pasado, el llamado Vision30, y además los saudíes ven a nuestro país como una puerta de entrada de sus inversiones tanto en los mercados latinoamericano como europeo».

Aunque el proyecto Vision30 tiene un horizonte de 15 años, explica Gay de Montellà, «la idea que tienen en Ryad es pasar de invertir 165.000 millones de euros a 1 billón en sectores económicos no relacionados con el petróleo. Se trata sobre todo de proyectos en energías renovables, química, perfumería, construcción, tratamiento de aguas y turismo, entre otros».

Por otra parte Alfredo Bonet, director internacional de la Cámara de Comercio de España, aseguró durante su intervención que «las medidas del Gobeirno saudí para diversificar su economía son muy positivas ya que, además, está promoviendo el papel de las pequeñas y medianas empresas, que con su flexibilidad, capacidad de innova y crear empleo aumentarán su contribución al PIBen los próximos años».

Déficit en Derechos Humanos

Pero, como no podía ser de otra manera, el asunto de los derechos humanos y la nula participación de la mujer en la actividad económicas también planearon durante el viaje del Rey y de los empresarios españoles a Arabia Saudí. En el caso de la CEOE se ofrecieron a ayudar al Gobierno y a las empresas saudíes en materia de formación de trabajadores, sobre todo de mujeres.

Otro de los aspectos que se están abriendo camino también es la creación de proyectos empresariales público-privados, en los que la inversión no sería solo pública, con lo que el daño a las arcas del Estado sería menor y no perjudicaría la obligación de consolidación presupuestaria que tiene el país. Esta fórmula se aplicaría por ejemplo a toda el área de concesiones públicas, como la gestión de aguas y residuos o en la construcción de grandes infraestructuras, como es el caso del metro de Riyadh y de otros que están en proyecto.

De navieras a constructoras

Los sectores españoles de infraestructuras de transporte, ingeniería, energías renovables, medio ambiente, agua, agricultura, industria moderna, tecnologías de la información, ciudades inteligentes, sanidad o turismo, que cuentan con empresas líderes en el ranking mundial, se han ofrecido a las autoridades saudíes para diversificar el modelo productivo y de crecimiento de esta economía puesto en marcha.

De todos ellos, además de los relacionados con el proyecto estrella del AVE, destaca el naval ya que está muy satisfecho con la relación entre España y Arabia Saudí. Navantia, con dos astilleros en Ferrol y en San Fernando, tiene casi asegurada la construcción de cinco corbetas para el país árabe por las que ingresará 2.000 millones de euros. Este contrato es uno de los más importantes que la empresa de construcción naval ha entablado durante sus algo más de diez años de historia. A nadie se le escapa que este contrato, cuando se firme definitivamente en las próximas semanas, podría ser beneficioso también para poder intentar nuevos contratos en otros países del Golfo Pérsico y asegurar así la carga de trabajo para los astilleros en los próximos años.

Entre las empresas presentes estuvieron Renfe, CAF, Talgo, OHL, Acciona, FCC, Sacyr, Indra, Typsa, Elecnor, ACSIndustrial, Idom, Sener, Imeco, Mondragon Wintec, MCI, Arpa, TSK, Aqualia y Middle East.

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