El dividendo medio de las empresas del Ibex suele rondar el 5%
El dividendo medio de las empresas del Ibex suele rondar el 5% - EFE

Dividendos: la «paga extra» para los accionistas de una empresa

Muchas empresas han publicado en los últimos meses la rentabilidad que otorgarán a sus títulos bursátiles

Madrid Actualizado: Guardar
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Cuando acudes al mercado de valores, la posible revalorización de la acción no es el único valor a tener en cuenta. Los inversores también prestan atención al dividendo que podrán percibir de la compañía, es decir, la parte del beneficio de la empresa que se repartirá a los accionistas de la misma. En los últimos días, compañías como Telefónica o Repsol ya han repartido el suyo. Los próximos meses dejarán nuevas sumas.

Es el caso de Bankia, CaixaBank o Saeta Yield. Cada uno determinará qué rentabilidad tendrán sus títulos, un valor que varía en función de los resultados anuales que haya obtenido la empresa. Al menos en teoría. En los últimos años, distintas compañías han disparado sus dividendo pese a registrar una caja escasa.

Es decir, han ofrecido importantes sumas de liquidez a sus accionistas sin tener buenos indicadores en este ámbito.

El proceso por el cuál se otorgan es relativamente sencillo. El consejo de administración propone un porcentaje, que posteriormente debe ser aprobado por la junta general de accionistas. Después se abona en la cuenta del accionista en cuestión. También se pueden canjear por nuevas acciones.

Jaime Díez, analista de XTB, considera que otorgar un dividendo alto solo se puede considerar una buena medida en dos casos. «Solo es razonable si no hay deuda ni existe un plan de expansión. Es decir, puede ser una buena medida para una compañía que ocupa una posición de liderazgo dentro del sector». Es por ello que el analista cuestiona la utilidad de dividendos históricos como el que repartió Endesa hace un par de años. La medida supuso repartir el 26% del precio de la acción, un hecho inédito para el Ibex.

«Las petroleras y las compañías energéticas suelen ofrecer los dividendos más altos del mercado», afirma el experto de XTB. Otros sectores, como el tecnológico, son más comedidos en este aspecto. «Apple estuvo varios años sin repartir dividendos. Solo comenzó a hacerlo cuando estaba inundado en liquidez», recuerda Díez.

Una cartera conservadora

Para Javier Santacruz, analista del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), esta forma de distribuir los beneficios de la empresa representa un «cebo», un método para «enganchar a los inversores». «Con estas políticas de dividendos muchas empresas pretenden dar la imagen de que la compañía va bien y tiene músculo financiero. De esta forma pequeños inversores se sienten atraídos por la compañía y compran nuevas acciones», afirma. Pese a ello, este tipo de ingreso puede suponer finalmente un freno para los grandes rendimientos.

Los analistas consultados consideran que tener una cartera de títulos que reparten altos dividendos es una medida «conservadora». Permite una alta liquidez a largo plazo, pero limita las operaciones de compra-venta y la volatilidad característica del mercado de valores. Santacruz recuerda que «el valor de la acción se corrige en torno al dividendo».

Además, hay que pagar impuestos por ellos. la Ley del Impuesto de la Renta determina que estos ingresos tributan como rendimientos del capital mobiliario y cuentan con una escala que varía entre el 21 y el 27%, en función de la cuantía. Eso sí, siempre que estos rendimientos del capital (entre los que también figuran las primas de asistencia a juntas de accionista y otras participaciones en los beneficios de una compañia) sean inferiores a 1.500 euros no será necesario su tributación.

Sea como fuere, el dividendo es otro factor más a la hora de comprar un título bursátil. Con el Ibex desplomándose un 22% en los últimos tres meses, no está de más contar con un activo que ofrece rendimientos relativamente seguros.

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