Los altos dividendos atraen a inversores extranjeros a la Bolsa Española

El Ibex 35 ha vivido en 2015 la peor racha de toda su historia. Hasta diez jornadas seguidas teñidas de rojo. La volatilidad en el plano internacional, la inestabilidad política en el nacional y la montaña rusa a la que parecen haberse subido las materias primas son algunas de las explicaciones dadas por los expertos. Otros, sin embargo, apuntan a que la renta variable está volviendo a ser lo que siempre ha sido, un mercado con volatilidad.

Lo cierto es que, pese al mal sabor de boca que dejan las últimas jornadas, la Bolsa española sale muy favorecida en la foto de final de curso, sobre todo en lo que al cuidado de los accionistas se refiere. Nuestro mercado lidera un año más el ranking de rentabilidad por dividendo entre las principales Bolsas desarrolladas del mundo.

Según datos recopilados por Bolsas y Mercados Españoles (BME), a cierre de noviembre la rentabilidad de retorno a los accionistas alcanzaba el 4,7%, con lo que bate su media de mensual de los últimos 28 años. Esto se traduce en que las cotizadas han repartido 24.500 millones de euros en dividendos.

«La elevada rentabilidad por dividendo, por repetida, es casi ya una seña de identidad del mercado de valores español y un elemento que los inversores extranjeros, principales propietarios de acciones cotizadas en nuestra Bolsa, parecen valorar bastante», aseguran desde el operador bursátil. «La retribución total al accionista no ha bajado de los 23.000 millones en diez años a pesar de la crisis», apuntan. Este es uno de los factores decisivos que ha apuntalado la presencia de inversores foráneos en el parqué nacional, que poseen ya el 44,1% de las acciones del mercado, frete al 43% del pasado ejercicio.

Ahora bien, lo cierto es que 2015 no quedará en el imaginario de los inversores como un año para recordar. «Ha sido un año decepcionante para la renta variable», asegura David Cano, director general de Analistas Financieros Internacionales (Afi). Lo cierto es que el año comenzó con buenas perspectivas y ha terminado con un batacazo. De enero a julio, la rentabilidad acumulada de la Bolsa se situó entre el 5% y el 20%, con una volatilidad a la baja. Con el fin del verano llegaron los altibajos: el curso de las cotizaciones descendió hasta el terreno negativo en agosto y septiembre, para recuperarse ligeramente entre octubre y noviembre y caer con fuerza en diciembre.

«Esta última quincena se está convirtiendo en un calvario para los inversores, con movimientos exagerados por la escasa liquidez. De hecho, es un proceso que se retroalimenta: muchos inversores se ven expulsados por el mercado debido a la inestabilidad y la inestabilidad se ve alimentada por la reducción de la liquidez del mercado», asegura José Luis Martínez Campuzano, economista jefe de Citi.

Conjunción de factores

Encontrar una sola explicación a estos movimientos es, por tanto, complejo. «Pero sí que podríamos decir que la decepción tras la reunión del Banco central Europeo y la renovada caída del precio del crudo fueron los detonantes de las caídas iniciales. Aunque, insisto, sobredimensinadas por la escasa liquidez. También los últimos datos económicos en China y la decisión de la Reserva Federal, mejor de lo esperado en el primer caso y con un mensaje prudente y cauteloso en el segundo, han llevado a nuevas subidas del mercado. Y en este punto estamos», explica Campuzano.

En cualquier caso, lo sucedido este ejercicio en la Bolsa española recupera principios básicos de la inversión en Bolsa. «La evolución de los distintos valores ha sido muy dispar. La banca ha sido un sector muy castigado mientras que las empresas relacionadas con el consumo, especialmente Inditex, han tenido una muy buena evolución. Y esto nos recuerda que, para invertir con éxito en renta variable es muy importante diversificar la cartera y combartir la volatilidad con inversiones más o menos estables. Aquello de «entrar y sentarse» y no comprar y vender en función de los movimientos del mercado», recomienda Cano.

Consejos que prometen mantener su vigencia en 2016, año que también se espera turbulento en los mercados. «Seguimos viendo un mercado alcista en las próximas semanas, sobre todo en la primera mitad del año. Hay un exceso de pesimismo en resultados y también esperamos más medidas expansivas desde los bancos centrales», concluye el economista de Citi.