Barberías, el creciente «boom» de un negocio de toda la vida

La fiebre hipster por una buena barba impulsó la creación de 426 nuevos negocios de este tipo en 2017

Mario Melgar abrió Bearbero hace tres años en La Latina y el 50% de sus clientes se arreglan la barba FOTOS: BELÉN RODRIGO

La barba se ha convertido en los últimos años en un elemento importante en la imagen personal del hombre. Una barba que necesita de cuidados, razón por la cual están apareciendo nuevas barberías que se consolidan en el mercado. Hay quien hable de una moda pero los profesionales de este sector creen que se trata más de una tendencia. Lo cierto es que este renacer de las barberías (el nombre que siempre se ha dado a las peluquerías masculinas) se está produciendo en todo el país en detrimento de las peluquerías unisex. El hombre cuida más de su imagen y prefiere hacerlo en locales especializados. Según los datos que maneja Barberías con Encanto, en 2017 se abrieron 426 nuevas barberías y las solicitudes de participación en sus premios se han incrementado, mostrando los participantes un nivel cada vez más alto.

Mario Melgar abrió hace casi tres años una barbería en el número 10 de la calle Embajadores llamada Bearbero. Un año antes había tenido el local en Malasaña. Lleva desde los 21 años en esta profesión, siguiendo los pasos de su padre, quien tenía una barbería en Sevilla. «Hace unos 3 o 4 años que el tema de la barba está muy implantado, ha dejado de ser una moda y es algo cotidiano», explica.

Melgar reconoce que en estos momentos el negocio de su barbería se divide al 50% entre los trabajos de peluquería y los de la barba, un equilibrio que hace unos años difícilmente se daba. Ya le han ofrecido en varias ocasiones abrir franquicias pero de momento «no estoy preparado ni quiero, aunque no descarto ampliar el negocio». En breve va a lanzar una propia línea de productos que va a comercializar también entre profesionales. Reconoce que montar una barbería está de moda porque ha cambiado la necesidad del hombre por la parte estética. Y ahora lleva barba gente joven y no tan joven, con perfiles muy diferentes. «Generalmente de clase media alta porque una barba bien cuidada implica una inversión».

En El Kinze de Cuchilleros, una de las peluquerías más antiguas de la capital, también han notado este renovado interés por la barba. Uno de sus dueños, Alfonso Sanchidrián, recuerda que en estos momentos «más del 50% de los hombres tiene barba y el 90% va a la peluquería una vez al mes, algo que no ocurría desde los años 30».

En esta barbería, «durante un tiempo aparecía una barba cada tres días para retocar mientras que desde hace unos años podemos recibir diez barbas diarias». También han notado este cambio en otra de las barberías más antiguas de Madrid, Vallejo. «Ha vuelto el boom hace 3 o 4 años», afirma Elena Vallejo. «Tenemos una clientela muy amplia que viene a cada vez se cuida más».

Según los datos de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), en el año 2016 ya se observó que los productos para el afeitado en su conjunto evolucionaban en negativo, al -2,9% (volumen total anual de consumo para 2016 de 77 millones de euros). «Si bien, aún no disponemos de datos de cierre de ejercicio 2017, la tendencia anual, cerrando datos en septiembre de 2017, nos arrojaba una evolución para productos del afeitado con una caída ligeramente superior al -4% (74 millones, volumen total consumo 12 últimos meses septiembre de 2017 – octubre 2016), debido al auge de esta moda», explica Óscar Mateo, director de Conocimiento y Estudios de Mercado de Stanpa.

A esta retracción del consumo de los productos de afeitado «se ha sumado que el auge de la barba está permitiendo redefinir numerosos salones de peluquería masculinos que se han reactivado al reconvertirse y especializarse en este nuevo concepto de barberías», añade Mateo. En la feria Salón Look, por ejemplo, las barberías no tenían un espacio propio y su presencia ha aumentado de tal manera que en la última edición han dispuesto de una zona específica. «Y casi todas las marcas tienen líneas de productos para el cuidado de la barba», señalan en STANPA.

Una visita al «especialista» cada tres semanas: Los entendidos en la materia aseguran que quien quiera mantener una barba bien cuidada debe visitar al barbero aproximadamente cada 3 semanas y en ese tiempo realizar el mantenimiento en casa porque la barba necesita hidratarse mucho.

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