Guía rápida para entender la crisis china

¿Susto de verano o primeros síntomas de una nueva crisis? La inestabilidad de China sigue en el punto de mira de los inversores y ha prolongado el miedo en las Bolsas más allá de las atípicas sesiones de agosto. Ayer, el mal dato del sector manufacturero del gigate asiático volvió a despertar los temores y las Bolsas de medio mundo se tiñeron de rojo. Pero, ¿qué es lo que preocupa a los inversores?

Las dudas sobre la evolución de la economía china no son nuevas, pero, el pasado mes de agosto, la decisión de las autoridades de devaluar el yuan hicieron saltar las alarmas. El mercado interpretó esta decisión como un síntoma de debilidad superior al que apuntan los indicadores.

La falta de credibilidad de las autoridades chinas y su manera opaca de manejar la economía está influyendo mucho en la reacción de los inversores.

Lo cierto es que el yuan llevaba un tiempo fuerte y eran muchos los economistas que esperaban una depreciación, pero el hecho de que el Gobierno apostara por un recorte de casi el 2%, el máximo posible dentro de la banda de fluctuación con respecto al dólar, puso en alerta al mundo de las finanzas.

China vive inmersa actualmente un proceso de cambio estructural de su modelo de crecimiento. El plan de las autoridades pasa por compensar las menores tasas de exportaciones e inversión con un mayor consumo interno. Pero, según los economistas, no va a ser sencillo. El dato de manufacturas que ayer desató el miedo en las Bolsas apunta en esta dirección. El PMI es un indicador elaborado mensualmente a partir de encuestas a unas 3.000 empresas de diferente tamaño. En los últimos meses, el indicador ha reflejado los cambios estructurales que está viviendo la segunda economía mundial, con un menor peso progresivo de la industria y una creciente importancia del sector servicios. Ayer ya entró en el terreno de la contracción

Además, a las dudas sobre la economía del gigante asiático se une la incertidumbre sobre el resto de los emergentes, muy castigados a su vez por la caída del mercado de las materias primas. Un cóctel peligroso que amenaza con traer a escena de nuevo la inestabilidad mundial que ya parecía superada.