Yoigo y Masmóvil luchan por ser el cuarto operador
Yoigo y Masmóvil luchan por ser el cuarto operador - abc

Yoigo y Masmóvil se disputan crear el cuarto gran operador del país

La sueca planea alquilar fibra a terceros y su rival confía en comprar activos a Orange-Jazztel

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Cuando Vodafone adquirió Ono para hacerse fuerte en banda ancha fija y no perder la estela de Telefónica, que había revolucionado el mercado con su oferta «Fusión», forzó a Orange a comprar Jazztel para poder ofertar también teléfono fijo, móvil, internet y televisión en un solo paquete. La consolidación del sector está revirtiendo la proliferación de operadores y se vuelve a mercados nacionales con sólo tres grandes «telecos». Sin embargo, Yoigo y Másmóvil se disputan ahora crear un cuarto operador convergente como alternativa a Movistar, Vodafone y Orange.

Yoigo, con una red móvil que cubre al 83% de la población con 3G y al 65% con 4G, ya es el cuarto. Sin embargo, no tiene ADSL ni fibra óptica y por tanto ha visto mermada su capacidad para competir; de hecho, su matriz, la sueca Teliasonera, llegó a ponerla en venta.

Másmóvil no tiene infraestructura propia y ofrece servicio móvil alquilando la red de Orange.

Para poder dar esa oferta integral las dos compañías deben hacerse con una red de ADSL o fibra. Desplegarla por su cuenta desde cero se antoja imposible por su elevado coste y el tiempo que requiere. Así las cosas, sus opciones pasan por comprar o alquilar activos a otros operadores.

Las vías hacia esa meta que se barajan en el mercado son varias, pero todas parten de un mismo punto: la cesión de las redes sobrantes de la integración entre Orange y Jazztel. La Comisión Europea, para aprobar esa operación, ha impuesto a la francesa la cesión a un rival de 700.000 hogares pasados con fibra y darle acceso mayorista a su red de ADSL y de móvil.

Bruselas, según explicó, quiere que «un cuarto operador nacional pueda entrar en el mercado español y competir eficazmente». Algunos expertos creen que no hay negocio para cuatro. «Es una ambición comprensible, pero somos escépticos respecto a su éxito», señala J. P. Morgan en un reciente informe. «El mercado es el que más sabe, y cuando se plantea operaciones es porque ve que hay hueco para un cuarto», apunta Carlos Pascual, socio de KPMG Forensic en el área de Economía de la Regulación y Competencia.

Orange tiene seis meses para desprenderse de esos activos. Yoigo ha abandonado la puja al ver insuficiente esa infraestructura. Másmóvil ha quedado como favorito para hacerse con ella, y su consejero delegado, Meinrad Spenger, confía en cerrar esa compra este mes o en septiembre, informa Efe.

Spenger insiste en la voluntad de Másmóvil de convertirse en la cuarta «teleco» del país y en la decidida apuesta financiera de los accionistas e inversores del grupo, que en el último año ha hecho numerosas compras de otras compañías y activos.

Desde Yoigo explican que tras retirarse de esa puja no descartan firmar acuerdos con otros operadores para alquilarles sus redes de fibra y poder vender paquetes convergentes. Al respecto, la regulación que haga la CNMC del acceso mayorista a la red de Telefónica será clave, tanto para Yoigo -que ya usa la red móvil de Movistar allí donde no llega la suya- como para Másmóvil.

Las fuentes del sector consultadas coinciden en que, una vez resuelta la venta de activos y esa normativa de Competencia, se verán nuevas operaciones corporativas entre Yoigo, Masmóvil, los revalorizados operadores de cable regionales -Euskaltel y Telecable- y quizá alguna firma extranjera.

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