«Grecia nos ha recordado que hay que completar la Unión Monetaria»

Dombrovskis es el hombre en la Comisión Europea encargado del euro. Cree que ha habido avances en la gobernanza de la Eurozona pero no han sido suficientes y ahora toca profundizar más en la unión económica, financiera, fiscal y política y, además, de manera simultánea.

— El último episodio de la crisis griega ha puesto de manifiesto la debilidad del gobierno del euro. ¿Está la Eurozona en un momento en el que se tiene que renovar o morir?

—No comparto su opinión. En primer lugar hemos visto que las reacciones de los mercados han sido limitados en relación con lo que ha pasado en Grecia, lo que demuestra que los mecanismos que se pusieron en marcha para una mayor integración y más gobernanza para resistir las crisis económicas y financieras han funcionado.

En comparación con crisis anteriores, por ejemplo, la Eurozona está ahora mejor preparada y es más robusta. Además, y en segundo lugar, Europa es capaz de pasar rápidamente a la acción, como se ha visto con el acuerdo para dar un crédito puente a Grecia por parte del Fondo de Estabilidad, que ha evitado la quiebra de ese país. Estos días hemos podido ver la solidaridad europea en acción, lo que significa que políticos de 27 países han invertirdo su capital político en acelerar la toma de decisiones para conseguir que llegara a tiempo el préstamo puente a Grecia. Pero la solidaridad viene acompañada de la responsabilidad. Ahora le toca al Gobierno de Grecia asegurarse de que las negociaciones para el tercer rescate concluyan a tiempo.

— ¿Qué reforma tendría que hacer la Eurozona para prevenir en el futuro crisis como la de Grecia?

—Lo primero que hay que decir es que se ha conseguido mucho en cuanto a capacidad de reacción a la crisis se refiere.En los últimos años hemos construido una gobernanza más fuerte con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que se ha traducido en mayor coordinación de las políticas económicas en todos los países europeos, a través del llamado « semestre europeo». Hemos puesto en marcha la unión bancaria basada en una normativa común de estabilización del sector bancario en situación de crisis. Se han puesto en marcha también cortafuegos, como el Mecanismo de Estabilidad Europeo (ESM) con una capacidad financiera de hasta 500.000 millones de euros para ayudar a los países más vulnerables. En la misma línea, el Banco Central Europeo tiene sus propias herramientas para garantizar la estabilidad de precios, a lo que se ha añadido el reciente fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmando la legalidad de las compras de deuda pública por parte de la entidad.

Sin embargo, los acontecimientos ocurridos en Grecia nos recuerdan a todos la necesidad de terminar y completar el trabajo, lo que supone reforzar la Unión Económica y Monetaria. Es un deseo de todos los gobiernos de Europa acabar el trabajo empezado con un cierto sentido de urgencia y, además, hay que recordar que el proceso hacia una unión económica y monetaria más robusta se mantiene abierto a todos los países de la Unión Europea.

En todo caso, no se trata de una simple reforma, ya que el proceso hacia completar la Unión Económica y Monetaria requiere avances simultáneos en aspectos económicos, financieros, fiscales y políticos. El camino se ha diseñado en varias etapas, inspiradas en la experiencia del pasado que condujeron a la puesta en marcha del euro. Cuando se necesiten cambios en el Tratado para completar la Unión Económica y Monetaria no deberíamos esperar, sino seguiz avanzando, tal y como se ha hecho con la unión bancaria.

-¿Cree que el informe de los cinco presidentes que presentó Jean-Claude Juncker hace unos meses puede ser una base de la nueva gobernanza de la Eurozona?

—Ese informe es un buen equilibrio entre ambición y pragmatismo. El presidente Juncker me encargó a mí el trabajo de hacer un seguimiento del informe y ya estoy trabajando con mis colegas comisarios Jonathan Hill, Pierre Moscovici, Marianne Thyssen y Margrethe Vestager. Está claro además que las propuestas que realizan los países, como la reciente de François Hollande, alimentará también el debate. Nos parecen muy bien los compromisos para acelerar los trabajos de esta reforma.Estoy convencido que España y sus líderes tienen una experiencia valiosa y propuestas, sobre todo después del ajuste fiscal a que se han sometido y que ha supuesto que se le ha dado la vuelta a la situación económica y ahora España está inmersa en un crecimiento robusto y con mucha creación de empleo.

-¿Ve cada vez más dividida a Europa en dos bandos: el liderado por Alemania que apuesta por el rigor presupuestario y el cumplimiento de las normas y el capitaneado por Francia, que apuesta por más solidaridad a cambio de las reformas?

- Lo que hemos aprendido de la crisis es que si se comparte la misma moneda hay que aplicar las mismas reglas, o lo que es lo mismo, si se comparte más riesgo se compartirá más soberanía.

- Volviendo a Grecia, ¿estuvo realmente a punto de salir del euro aquella noche o fue solo una estrategia de negociación de Alemania?

- Hubo momentos muy complicados, cuando se rompió la negociación del programa anterior, cuando se convocó el referéndum y el Gobierno de Atenas anunció que pediría que se votara «no». Hubo mucha incertidumbre en relación con el Gobierno griego pero ahora, una vez se ponga en marcha el tercer rescate, el objetivo de Atenas debe ser recuperar la estabilidad financiera, que es la base del crecimiento económico.