Una imagen de familia del encuentro de Mariano Rajoy con el «Foro Puente Aéreo» en el Palacio de la Moncloa
Una imagen de familia del encuentro de Mariano Rajoy con el «Foro Puente Aéreo» en el Palacio de la Moncloa

Rajoy reivindica ante la élite empresarial la sensatez de su política económica

El jefe del Ejecutivo aseguró que «dará la batalla del PIB» frente a los nuevos partidos que comprometen el crecimiento

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La mejora económica, que hoy se traduce ya en mayor crecimiento y creación de empleo, abrió el discurso del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su reunión de ayer en La Moncloa con una treintena de grandes empresarios españoles que forman parte del «Foro Puente Aéreo». Un discurso que estuvo plagado de palabras relacionadas con las buenas perspectivas de la economía y que, aseguró Rajoy, el Ejecutivo actualizará en el Plan Nacional de Reformas que aprobará el Consejo de Ministros del próximo 30 de abril, para remitir después a Bruselas.

El encuentro, que se celebra apenas un mes antes de las elecciones autonómicas y municipales del próximo mes de mayo, se produce también pocos días después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisara al alza su previsión de crecimiento

económico español para 2015, hasta el 2,5%. «Voy a dar la batalla del Producto Interior Bruto (PIB) y del sentido común», trasladó Rajoy a los grandes empresarios de Madrid y Barcelona (de ahí el apelativo del lobby empresarial «Puente Aéreo»).

El presidente quiso sacar pecho respecto a las buenas cifras -por las que recibió felicitaciones por los allí presentes-, que vienen tras grandes esfuerzos por parte de los ciudadanos, y por las medidas obligadas que tuvo que poner en marcha su equipo económico tras la dramática herencia recibida.

Rajoy explicó que seguirá en esta línea y con «sentido común», en referencia clara a la aparición de nuevas agrupaciones políticas (Podemos y Ciudadanos), con programas que, según el presidente, podrían no ser los adecuados para una España que ha comenzado a crecer. Se mostró igualmente convencido y tranquilo de que la política económica ha sido la correcta y por ello su confianza en que los españoles vuelven a respaldar al Partido Popular en las próximas elecciones.

Ante un foro nutrido de empresarios catalanes -entre los que estaba, por cierto, el portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Josep Sánchez-Llibre- , el presidente del Ejecutivo no dudó en manifestar una vez más su rechazo al proceso soberanista, si bien reiteró que está dispuesto a hablar con todo el mundo, pero con dos líneas rojas: la reforma de la Constitución y un marco fiscal que les distinga del resto de España, como ocurre con el País Vasco.

Recordó Rajoy -que estuvo acompañado por su secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro, el director de la oficina económica del Gobierno, Álvaro Nadal, y el director del Gabinete de Presidencia, Jorge Moragas- los apoyos que Cataluña ha recibido del Estado durante esta legislatura, lo que les ha permitido aliviar sus finanzas y poder pagar sus facturas sociales.

Aprovechando la presencia de Sánchez-Llibre, el presidente hizo esta reflexión después de que a finales de marzo Convergencia (CDC) y ERC pactaran una hoja de ruta unitaria del proceso soberanista querecoge un plan para declarar la independencia en 18 meses si entre ambos partidos ganan las elecciones anunciadas para el 27 de septiembre. Por ello, fuentes asistentes a la reunión apuntaron que Rajoy insistió en que el Gobierno hará cumplir la ley en todo momento, como hizo con la consulta alternativa del pasado 29 de noviembre, y en que los comicios de septiembre, de convocarse, serán autonómicos y no plebiscitarios.

Disgustado por el caso Rato

Fuentes consultadas por ABC explicaron que el presidente no eludió hablar del caso Rato, que calificó como «lamentable». Ante las preguntas de varios de los asistentes al almuerzo en La Moncloa, Rajoy no pudo evitar mostrar su disgusto por los lazos personales y políticos que le unían al exvicepresidente del Gobierno de José María Aznar, aunque fue contundente en sus palabras y aseguró que «Hacienda y la Justicia están actuando de forma totalmente libre e independiente».

Curiosamente Rodrigo Rato fue miembro fundador de este lobby empresarial en calidad de político y exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El «Foro Puente Aéreo», coordinado por el presidente de Barcelona Meeting Poing, Enrique Lacalle, celebra alternativamente sus encuentros en Barcelona y Madrid desde su fundación en el año 2011. El de ayer fue el segundo de este año, que se produjo tan sólo una semana después del mantenido en la sede de Gas Natural Fenosa en la Ciudad Condal entre los empresarios y el Gobierno, aunque en ese caso fue con Luis de Guindos, titular de Economía. El ministro ya les adelantó los últimos datos económicos y reclamó su apoyo ante la llegada de nuevos partidos políticos que podrían poner en peligro el esfuerzo realizado para enderezar la economía.

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