Sede central del banco en el Canary Wharf londinense
Sede central del banco en el Canary Wharf londinense - afp

HSBC, el banco que nació con la idea de «atender necesidades internacionales»

La rama suiza de la entidad ayudó a numerosos clientes a evadir impuestos y esconder millones de dólares en bienes, según han revelado varios medios internacionales

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«HSBC nació de una idea sencilla: un banco local que atendiese necesidades internacionales», se subraya en el apartado sobre el origen de la entidad en su web española. Y leído ahora puede sonar irónico, ya que la rama suiza del banco británico HSBC ayudó a numerosos clientes a evadir impuestos y esconder millones de dólares en bienes, según han revelado varios medios internacionales. Esta entradilla, formulada de diferentes maneras, ha recorrido el mundo como la pólvora por los documentos aparecidos del ya bautizado como «Swissleaks».

Al banco se le atribuyen estas acciones: permitió a los clientes retirar dinero en efectivo, en ocasiones en moneda extranjera no usada en el país, creó sistemas para permitir a algunos clientes evadir impuestos, se confabuló con otros para esconder cuentas «black» no declaradas a las autoridades fiscales nacionales y abrió cuentas a criminales internacionales, empresarios corruptos y otros individuos de riesgo.

Casi nada. Pero, ¿cuán importante es este banco?, ¿qué historia tiene?

«HSBC es una de las organizaciones de servicios bancarios y financieros más grandes del mundo», explican en la web española del banco, al que se suele señalar como el más importante de Europa con permiso quizá del Deutsche Bank germano. Atienden a 52 millones de clientes a través de sus cuatro sectores de negocio globales, en una red que abarca 74 países y territorios de Europa, Asia-Pacífico, Oriente Medio y África, Norteamérica y América Latina. Para hacer la comparación, la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, dijo la semana pasada que la entidad financiera tiene como uno de sus objetivos incrementar el número de clientes vinculados hasta 17 millones en 2017.

Con más de 6.200 oficinas en todo el mundo, su meta, dicen, es conectar a clientes con «oportunidades, posibilitando que las empresas y las economías prosperen y, finalmente, ayudando a las personas a hacer realidad sus esperanzas y ambiciones». Las acciones de HSBC Holdings plc se cotizan en las bolsas de Londres, Hong Kong, Nueva York, París y las Bermudas y están en manos de alrededor de 216.000 accionistas repartidos en 129 países y territorios.

De origen chino y hongkonés

Y es que aunque durante estos dos pasados días hayamos leído de HSBC en términos de entidad británica, el nombre del banco deriva de «The Hongkong and Shanghai Banking Corporation Limited», que se creó en 1865 con el fin de financiar el creciente comercio entre Europa, India y China. Y sí, por tanto, nació en Hong Kong y China.

Un escocés llamado Thomas Sutherland, que en aquellos sesenta del s.XIX trabajaba para una empresa llamada «Peninsular and Oriental Steam Navigation Company», se dio cuenta de que existía una demanda considerable de servicios bancarios locales en Hong Kong y en la costa de China, «de modo que ayudó a establecer el banco, que abrió sus puertas en marzo de 1865 en Hong Kong y, un mes más tarde, en Shanghái».

A finales del siglo XIX, el banco ya era la principal entidad financiera de Asia. Y casi cien años después, en 1991, HSBC creó una nueva sociedad de cartera, HSBC Holdings plc, y en 1992 lanzó con éxito una oferta para adquirir todo el capital de Midland Bank. «En consecuencia, la sede central de HSBC se trasladó a Londres», reza la historia oficial de la compañía.

En nuestro país, el inicio de la presencia de HSBC Bank se remonta a 1981. Desde entonces, la entidad mantiene «una sólida relación con un gran número de empresas nacionales e internacionales, así como con instituciones financieras y del sector público españolas y portuguesas». Tiene dos sucursales, una en Madrid y la otra en Barcelona.

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