Hacienda rechaza cambiar los impuestos del tabaco a corto plazo

El Ministerio de Hacienda analiza si una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que obligó a Italia a reformar su fiscalidad al tabaco puede afectar a la fiscalidad española, parecida a la del país transalpino en este punto. En concreto, se trata del sistema de doble mínimo, un tipo impositivo que se incrementa cuando el precio está por debajo de un límite predeterminado. En el caso de España, Hacienda determina el pago de un impuesto mínimo de 138 euros cada 1.000 cigarrillos (frente a los 128,65 euros cada 1.000 cigarrillos del impuesto mínimo) para cigarrillos que se comercialicen a precios inferiores a 196 euros cada 1000 cigarrillos (es decir, 3.92 euros cajetilla). Al bajar por debajo de estos 3,92 euros, sube la cuota a pagar.

Un límite que ahora cuestiona Luxemburgo tras una sentencia que ha obligado a eliminarlo en Italia, donde existía un mecanismo similar. Sin embargo, desde el departamento dirigido por Cristóbal Montoro rechazan que haya «urgencia» por modificar el marco tributario nacional. Lo cierto es que no existe obligación alguna para el Gobierno de alterar la fiscalidad a no ser que la Comisión Europea obligue a España a ello o que una empresa acuda al Tribunal de Justicia de la UE a denunciar el sistema.

Este último caso fue el que se produjo en Italia, cuando la tabacalera Yesmoke denunció la fiscalidad del país. El pasado 9 de octubre, la sentencia de Luxemburgo consideró contraria a la directiva europea el impuesto especial mínimo establecido en Italia únicamente para los cigarrillos con un precio de venta inferior al de los de la categoría de producto más demandada.

El Tribunal entiende que «el establecimiento de umbrales mínimos de imposición diferentes, según las características o el precio de los cigarrillos, ocasionaría distorsiones de competencia entre los diferentes cigarrillos y sería, por tanto, contrario al objetivo de garantizar el buen funcionamiento del mercado interior». Un fallo que sienta precedente.

Amenaza de una guerra de precios

La eliminación inmediata del mínimo incrementado o doble mínimo acarreó en Italia una guerra de precios, que afectó gravemente a la recaudación.

La última vez que el Gobierno tocó los impuestos del tabaco fue a finales de junio de 2013, con el alza del tipo específico de 19,1 a 24,1 euros por cada mil cigarrillos y la reducción del «ad valorem» (sobre el precio de venta) del 53,1% al 51%, mientras que el impuesto mínimo pasó de 123,97 euros a 128,65 euros por cada 1.000 cigarrillos. Esta decisión provocó en julio una subida media de 10 céntimos en las cajetillas de cigarrillos de las principales marcas.