El Tesoro coloca toda la deuda del año un mes y medio antes de lo previsto

La buena situación de los mercados financieros ha hecho que el Tesoro haya acelerado la colocación de deuda pública desde principios de año con lo que a fecha de ayer, 20 de noviembre, haya cubierta ya todas las necesidades de financaición con deuda a medio y largo plazo previstas para todo 2014, equivalente a 129.718 millones de euros.

En concreto, el Tesoro colocó ayer 1.208,59 millones de euros a tres años a un interés del 0,67%, inferior al 0,72% de la subasta anterior a este plazo. Otros 1.256,85 millones de euros se colocaron en papel a cinco años al 1,084% de interés, en este caso ligeramente por encima del 0,971% de la última subasta. Los 571,38 millones restantes se han colocado gracias a una antigua emisión a 30 años, a la que le quedan de vida unos 27 años y a un interés marginal del 3,465%, menor que el 3,604% anterior.

Como en anteriores subastas de deuda pública española la de ayer despertó un gran interés entre los inversores, que solicitaron títulos por importe de 8.781,6 millones de euros, aunque finalmente se adjudicaron 3.036,82 millones, o lo que es lo mismo, las solicitudes fueron por un importe de 2,9 veces la oferta. Desde el comienzo del año el Tesoro ha captado 129.718 millones de euros dentro del programa de financiación regular a medio y largo plazo, lo que supone un 100,3% de la previsión de emisión a medio y largo plazo para todo el año.

Coste medio del 1,61%

El coste medio de la emisión se situó en el 1,61% a 31 de octubre, frente al 2,45% de cierre de 2013.

Desde el Tesoro, y pese a tener todas la necesidades cubiertas, se ha decidido mantener las subastas que quedan pendientes de aquí a final de año, un total de cinco, para aprovechar las buenas circunstancias del mercado para alagargar la vida media de la deuda y reducir las necesidades de emisión bruta en 2015, lo que supondrá mayor emisión de bonos y menor de letras en lo que queda de año.

Y han sido precisamente esta mejora de las condiciones del mercado las que han permitido que el Estado se ahorrara 8.000 millones de euros en el coste de financiación de la deuda pública en 2013, a los que se suman los alrededor de 5.000 millones de este año, lo que arroja un total de ahorro en intereses de la deuda de 13.000 millones de euros en dos ejercicios.

Estas mejoras de las condiciones del mercado no han caído del cielo, sino que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha sido en parte el artífice de esa mejora. De hecho, este mismo lunes Draghi aseguraba en el Parlamento Europeo que está preparado para adoptar nuevas medidas no convencionales si es necesario para combatir el riesgo de baja inflación, entre ellas la compra de deuda pública. En todo caso, Draghi volvió a avisar de que la política monetaria «no puede hacerlo todo», y ha reclamado a los Gobiernos y a las instituciones de la UE una «estrategia común» para reactivar la economía que incluya reformas estructurales, política presupuestaria e inversión.

Si las iniciativas de estímulo monetario que ha tomado hasta ahora el BCE «no son suficientes» para hacer aumentar la inflación hasta el objetivo del 2% o para frenar un empeoramiento de las expectativas de inflación, el Consejo de Gobierno del BCE «es unánime en su compromiso de emprender otras medidas no convencionales», según ha resaltado Draghi.

Además de rebajar los costes para el Estado y alargar la vida media de la deuda, el Tesoro cuenta actualmente con una base de inversores más diversificada gracias a la emisión de bonos ligados a la inflación, algo que nunca había hecho, y a la operación a un plazo de 50 años que ejecutó el 1 de septiembre, por importe de 1.000 millones. Este tipo de deuda gusta mucho a planes de pensiones y aseguradoras.

Al acelerar las emisiones este año, el Tesoro podrá empezar a cubrir las necesidades previstas para el ejercicio que viene. Según recoge en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En total, con bonos y letras, el organismo tiene que captar en 2015 un importe bruto de 243.888 millones en los mercados, el mayor importe de la historia, aunque la deuda neta crecerá a un ritmo menor.