El ministro de Economía, Luis de Guindos
El ministro de Economía, Luis de Guindos - efe

La Fiscalía investiga operaciones irregulares por 2.600 millones en las cajas rescatadas

De Guindos admite que el crecimiento de la Eurozona «defrauda» y plantea a Bruselas una política económica que estimule la recuperación de la actividad

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El Gobierno parece dispuesto a levantar todas las alfombras en las entidades financieras nacionalizadas durante esta crisis para descubrir las posibles irregularidades que habrían llevado a esas cajas de ahorros al rescate con dinero público y depurar las correspondientes responsabilidades. En ese marco, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se ha personado ya en 19 causas penales por esas prácticas y ha remitido a la Fiscalía Anticorrupción otras 23 operaciones sospechosas detectadas en Catalunya Banc y Novagalicia Banco. En total, y según ha detallado este martes el ministro de Economía, Luis de Guindos, esas 42 operaciones habrían causado a varias cajas quebrantos por un total de 2.600 millones de euros.

Como ya habían informado tanto De Guindos como el FROB, organismo dependiente del Ministerio de Economía y encargado de las entidades nacionalizadas, la mayor parte de esas operaciones son de carácter inmobiliario y, en concreto, concesiones o cancelaciones de préstamos de forma irregular o en condiciones perjudiciales para la entidad y beneficiosas para sus destinatarios y los exdirectivos de la entidad.

"Se seguirán investigando en el futuro todas las operaciones siempre que haya indicios de irregularidades", ha dicho el ministro durante su comparecencia a petición propia en la comisión de Economía del Congreso de los Diputados, la primera desde que se desveló el caso de las tarjetas opacas en Caja Madrid y Bankia. De Guindos ha garantizado además que el Ejecutivo popular tomará todas las medidas necesarias para que "prácticas tan deleznables como estas no se repitan". En este sentido, ha recordado algunas de las reformas en camino que pueden contribuir a ello, como la trasposición de la directiva europea sobre reestructuración y resolución de bancos en apuros y la nueva ley de auditoría.

La declaración del ministro se produce solo 48 horas después de que el Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) hayan dado a conocer los resultados de los últimos test de estrés a la banca europea, y que a diferencia de ejercicio anteriores deja en muy buena situación al sector financiero español. "Son unos resultados muy satisfactorios para las entidades españolas", ha celebrado De Guindos, quien ha recordado que en el análisis de la calidad de los balances de las entidades, la prueba más fiel del estado de salud de los bancos, los grupos de nuestro país son los que mejor nota sacan. "Nuestros bancos están en condiciones de contribuir a la recuperación de la economía con la concesión de crédito", ha asegurado el ministro, quien ha llegado a detallar durante su intervención que el flujo de préstamos nuevos a las pymes crece ya a un ritmo interanual del 6%.

Ese optimismo sobre la evolución de la financiación a la economía real choca con las apreciaciones hechas por los diputados de la oposición e incluso con las advertencias del Banco de España, que el pasado domingo advirtió de que los test, por sí solos, no provocarán un maná de crédito a hogares y empresas y que el aumento de los préstamos dependerá, sobre todo, de que la actividad se recupere.

De Guindos ha iniciado precisamente su comparecencia haciendo una valoración sobre la evolución macroeconómica no solo de España sino del conjunto de la Eurozona. "Hoy la economía española consolida su recuperación", ha dicho, recordando cómo nuestro país se está recuperando a un ritmo mayor que el resto de grandes economía comunitarias, ahora estancadas. "La Eurozona vuelve a ser motivo de preocupación por un crecimiento y una inflación muy bajos. El comportamiento de la zona euro sigue defraudando", ha admitido, reconociendo que las estimaciones de crecimiento para el resto de socios a final de año no son nada halagüeñas, lo que hace pensar a muchos en una tercera recesión. "Confío en que este riesgo no va a materializarse y que el estancamiento desaparezca a final de año y la recuperación se afianzará progresivamente", ha dicho.

Al respecto, y de una forma más o menos velada pero lo suficientemente explícita, De Guindos ha solicitado a la Comisión Europea que comience a aplicar una política económica y fiscal que, sin abandonar la consolidación de las cuentas públicas, estimule el crecimiento. "Europa necesita un plan de política económica integrado y coherente. Un plan que incluya las acciones necesarias para superar la actual situación de debilidad y recuperar la confianza de los agentes económicos", ha dicho. En concreto, el ministro ha llegado a plantear "una aplicación inteligente" del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, por el que se fijan los límites de déficit público, recomendado usar sus "mecanismos de flexibilidad". O dicho de otra forma, dar margen de inversión a los países que han hecho sus deberes en materia de austeridad.

El Gobierno de Mariano Rajoy se siente ahora, tras las reformas aplicadas y el ajuste hecho, y los resultados de estos, con capacidad para reclamar ante la Comisión Europea si no un cambio de rumbo en la política económica si una mayor margen de actuación. "Ya no somos una rémora para Europa, sino que contribuimos a su crecimiento. Por todo ello, estamos en condiciones de aportar al debate y diseño de la política económica de la Eurozona, con la credibilidad que nos otorga la experiencia reciente", ha dicho De Guindos.

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