Pablo Carreño, en su partido ante Raonic
Pablo Carreño, en su partido ante Raonic - EFE

Roland GarrosÉpico triunfo de Pablo Carreño

El asturiano, que necesita siete bolas de partido, vence a Milos Raonic en cinco sets (8-6 en el quinto) y se mide en cuartos a Rafael Nadal

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Pablo Carreño ya es uno más de la elite, instalado en los cuartos de final de Roland Garros después de tumbar con épica y grandeza a Milos Raonic por 4-6, 7-6 (2), 6-7 (6), 6-4 y 8-6. El asturiano, por primera vez entre los ocho elegidos de París, se medirá ahora a Rafael Nadal, expuesto al mayor desafío para cualquier tenista. Llegados a este punto, ya tiene muy poco que perder.

En cuatro horas y 17 minutos, el asturiano firma una de las victorias de su vida, enorme para mantener la compostura y aguantar el bombardeo de Raonic. Es cierto que el canadiense pierde muchísimo en arcilla, pero sigue teniendo un servicio portentoso y golpea con dureza desde el fondo, un rival que presiona desde el primer intercambio.

No le valió ante el valiente Carreño.

Hay mucha mejora en el gijonés, 21 del mundo y en 2017 con el torneo de Estoril ya en la mochila. Habituado a la tierra, tardó en explotar y ahora por fin se cree uno de los buenos, capaz de ofrecer resistencia a cualquiera.

Y se nota esa confianza en partidos como el de este domingo. Fue dos veces por debajo ante Raonic y nunca se dio por vencido, paciente hasta que llegó su momento. Incluso en el quinto set, con break abajo, reaccionó y le dio la vuelta al marcador hasta el punto de ponerse con 5-4 y saque. Ahí, Carreño desperdició hasta tres bolas de partido y Raonic recuperó la desventaja, pero el español no se hundió y en el decimotercer juego quebró en blanco al canadiense. Con todo, no resolvió hasta la séptima oportunidad.

Es un triunfo que vale un tesoro, feliz como nunca Carreño en la arcilla parisina. Le toca Nadal, a quien conoce bien y con quien se ha medido en tres ocasiones. En todas venció el mallorquín, claro candidato a todo en París. Carreño, sin embargo, está desatado.

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