No lo tenía previso en su agenda, pero Roger Federer lo quiere todo. Después de ganar el Abierto de Australia, el suizo decidió atacar la atalaya de la ATP que defiende Rafa Nadal.
Así, el de Basilea se apuntó al torneo de Rotterdam porque si llega a semifinales volverá a ser número 1 y se convertirá en el jugador más longevo en lograrlo con casi 37 años.
Su primer obstáculo era Ruben Bemelmans y se libró de él en 47 minutos (6-1 y 6-2) con otra exhibición en la que muestra que sigue en plena forma. Y con puntazos hasta de espaldas que atormentaron al rival.
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