Mutua Madrid Open

Petra Kvitova, tricampeona en Madrid

La checa gana su tercer título en la Caja Mágica tras superar a Bertens en la final más larga de la historia del torneo (7-6 (6), 4-6 y 6-3)

Petra Kvitova Díaz/San Bernardo
Laura Marta

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En el décimo aniversario del torneo femenino en el Mutua Madrid Open , Petra Kvitova se convierte en la mejor tenista. Por aprender a tiempo a desentrañar un partido complejo, con igualdad absoluta y demasiados errores propios, por convertirse en la primera tenista en lograr tres títulos en la Caja Mágica. Un cumpleaños para la historia. Por la triple corona y porque se ha convertido ya en la final más larga del torneo con dos horas y 52 minutos al vencer a una ejemplar rival como Kiki Bertens por 7-6 (6), 4-6 y 6-3 .

La checa aventaja a Serena Williams y a Simona Halep, con dos entorchados cada una, tras vencer en una final a Bertens, merecedora sin duda de las loas de sus rivales y de su espacio en el gran capítulo de esta décima edición del torneo femenino en Madrid. Presentó todas sus armas en una batalla que, aunque suene tópico, se decidió por pocos detalles. Para calibrar la dificultad de la empresa basta con mirar el reloj: siete minutos duró el primer juego; ocho el segundo . Dos horas y 52 minutos el partido entero. Era el respeto, la desconfianza, los nervios, la adrenalina contenida en la mirada de ambas, en ese juego mental de no cruzarse apenas en los cambios de pista, en la asincronía a la hora de abrigarse con el jersey: la holandesa se puso en el mismo momento que se lo quitaba la checa.

Solo se habían medido una vez, en un lejano 2015 cuando ni una ni otra eran las que son ahora. La holandesa pasaba un bache emocional provocado por la incertidumbre de un tumor en la tiroides que a punto estuvo por alejarla del tenis para siempre. La checa vivía su mejor etapa con cuatro títulos entre los que incluyó su segundo Wimbledon. Pero después de los altibajos de una y otra, la Caja Mágica, en su cumpleaños, las volvía a juntar. Más maduras, más enteras, con más ganas de ascender de nuevo a las alturas. La holandesa, tras su primera final de envergadura, se levantará el lunes en el puesto decimoquinto del ranking, su mejor posición; la checa, octava. Otra vez apuntando al número 1 después de haberlo rozado ya en 2011, cuando logró su primera corona en Madrid.

Ganó ayer la tercera con un punto más de ambición que su rival, con un poco más de mordiente y de presión sobre la pelota, con 58 errores no forzados contrarrestados con 39 golpes ganadores . Reveses cruzados vertiginosos que, a pesar de toda su defensa y su hambre por triunfar en un torneo grande, desesperaron a la holandesa. Bertens desaprovechó un break y tres bolas de set en la primera manga. Cedió en el tie break y lo pagó su raqueta, por los suelos después de plantar cara con garra, saña y ese tenis de altísimo nivel con el que se había plantado en la final tras victorias de culto contra Maria Sharapova o Caroline Wozniacki.

Reacciona Bertens

En una tarde en la que fueron necesarios los abrigos, hasta la Caja Mágica cogió frío y se decidió cubrir el techo . Fue al inicio del segundo set, con una Kvitova peleona y una Bertens que volvió a malgastar dos opciones de break en el quinto juego. Sonreía un poco la checa mientras hablaba con su entrenador, de nuevo el jersey fuera porque las condiciones bajo techo habían cambiado.

La checa bota con la derecha, mira al otro lado, apunta y dispara su saque con la izquierda. El reto y el desafío en la mirada. Tercer título del año para cumplir con la tradición de ganar al menos uno desde 2011, y para desenterrar para siempre su propio episodio oscuro: un asalto en su casa en el que la hirieron en la mano y por el que tuvo que pasar por una operación de cuatro horas y cinco meses de rehabilitación , también con un pie más fuera del circuito que dentro. Pero volvió antes de lo previsto para iniciar la reconquista de su poder en el circuito. Dos títulos en 2016, uno más en 2017 y cuatro ya en este curso en el que vuelve a ser la que fue, la agresiva tenista que juega en el alambre porque es ahí donde se desenvuelve de maravilla, aunque tenga que trabajar más porque a veces los errores también participan en su estrategia. Sumó treinta en el primer set, y a pesar de que solo fueron trece en el segundo, dos de ellos fueron definitivos para que Bertens tomara la ventaja en el séptimo juego.

La checa, que había conseguido superar ese resbalón en la primera manga, no acertó a templar la raqueta a tiempo y la holandesa se ganó un paso más en el capítulo final de esta bonita historia de tenis. Ni le pesó la presión ni el tiempo acumulado en pista . Su derecha martilleó a Kvitova, incapaz de desenredar el lío en el que ella misma se metía por ceder demasiado terreno y demasiados errores sin motivo. O por un motivo que se evidenció conforme el partido pasaba de las dos horas: el desgaste físico.

Agotadas

En más de una ocasión a Kvitova se la vio sin capacidad para reaccionar ante el tenis profundo que le presentaba Bertens. Pero lo compensó con más garra que nunca, desgañitándose cuando por fin logró el break en el sexto juego, después de tres oportunidades desaprovechadas. Necesitaba la checa terminar cuanto antes , pero Bertens exprimió sus últimas energías con dejadas de clase. Así logró acercarse en el marcador, recuperar su servicio y alargar una final de órdago hasta convertirla en la más larga de la historia del Mutua Madrid Open.

Kvitova echó el resto, acortó los puntos cuanto pudo y la agresividad le otorgó otra opción de break en el séptimo juego. La adrenalina por las nubes, la tensión en las manos, a la tercera llegó el premio, un segundo break en el tercer parcial para encarar con su saque el título. Bertens, que volvió a pagar la rabia con su raqueta, gritaba hacia su palco incapaz de comprender por qué su juego, su disposición y su ambición no eran suficientes.

Quizá la experiencia pesó, aunque en su primera final de un gran torneo deja para siempre una huella de esplendor y constancia de que se acerca a la élite con un tenis para ganar a cualquiera. Ya lo ha hecho en el Mutua Madrid Open. Solo que en esta ocasión tuvo una rival que se enfrentó con sus mismas ganas, su misma ambición, pero que en Madrid es la mejor. De hoy, y de la historia del torneo. Petra Kvitova, tricampeona del Mutua Madrid Open.

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