Masters de Singapur

Final amargo para el mejor año

Después de un curso notable, y aunque ha evolucionado en casi todo, Muguruza cierra la temporada con un Masters irregular

Muguruza, en su duelo ante Venus Williams EFE
Enrique Yunta

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Vaya por delante que la temporada de Garbiñe Muguruza es de nota , de muy buena nota incluso, resumida la alegría con la eternidad conquistada en el jardín de Wimbledon, el fantástico título en el cemento de Cincinnati superando a las mejores en un cuadro tremendo y el éxtasis del número uno por primera vez, nada mal.

Hay motivos para pensar a largo plazo, para intuir que muchas portadas con sonrisa y trofeos llegarán, pero tiene Muguruza el extraño don de destensar al personal, ya de por sí mal acostumbrado porque a lo bueno todo el mundo se habitúa, y muy rápido, además. Ayer, sin ir más lejos, la española empezaba las vacaciones a la fuerza y de mala cara, eliminada de la Copa de Maestras al caer ante Venus Williams (7-5 y 6-4) y recuperando los comentarios habituales sobre la irregularidad de la tenista, algo que la misma protagonista aborrece. A Muguruza no le gusta que le salgan siempre con la misma cantinela, y en parte tiene razón porque es cierto que este curso ha dado un paso al frente importante, pero debe entender que las expectativas las genera ella misma con exhibiciones como la de París en 2016 o la ya mencionada de Wimbledon de julio. Si ganas a lo grande, se te exigirá a lo grande . De ahí el chasco para cerrar este 2017.

Queda aparcada la posibilidad de terminar en la cima , e incluso peligra su segundo puesto en la lista de la WTA, inestable por naturaleza. De hecho, sirve su evolución en el ranking para justificar a todo aquel que habla de inconsistencia, pues Muguruza empezó como siete del mundo, llegó a caer a la decimoquinta plaza tras Roland Garros, y el 11 de septiembre, para siempre quedará esa fecha, abrazó el número uno. Su reinado, corto, se prolongó durante cuatro semanas.

A quien le ponga pegas a la campaña de Muguruza, ésta podrá decir que ha alcanzado hasta en siete ocasiones las semifinales de algún torneo. Podrá decir que en todos los grandes viajó hasta la segunda semana. Y podrá decir que ya tiene dos majors con 24 años. «Mi año ha sido increíble, el mejor hasta ahora. Mejoré muchas cosas. Eso es con lo que me voy a quedar», reivindica. Sin embargo, y por todo lo expuesto a su favor, se le reclamará que las buenas noticias no sean noticia , sino la costumbre de una tenista descomunal que lo tiene todo. De lo contrario, el rumor sobre su irregularidad seguirá siendo su talón de Aquiles.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación