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Nadal se lamenta durante su partido ante Berrer - afp
Tenis

Las dudas de Nadal

El español llegará a Australia con sólo un partido y con malas sensaciones, aunque mantiene el optimismo: «Seguro que volveré»

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Para empezar, una derrota, chasco relativo porque tampoco se esperaba al mejor Rafa Nadal en Doha. Sin embargo, sí sorprende verle perder ante Michael Berrer, 127 del mundo, en tres sets, limitado de movimientos el español y lejísimos de su mejor nivel. El 19 de enero empieza el Abierto de Australia y ahí llegará Nadal con escasos kilómetros en sus piernas y con malas sensaciones después del traspié y de su previa actuación en la exhibición de Abu Dabi (barrido por Murray y mejorado ante Wawrinka). Pero, queda demostrado, está prohibido dudar de él.

Después de un buen primer set ante Berrer, convincente con un 6-1 que invitaba a pensar en un triunfo fácil, Nadal se enredó y no encontró recursos ni en su saque, ni en sus derechas y tampoco en sus movimientos.

Le falló el revés, desaprovechó varias opciones de subirse al tren y se despidió a las primeras de cambio de un torneo en el que defendía título.

«No ha sido un partido malo. He tenido la ocasión de remontar, pero todos los regresos tras las lesiones son difíciles para todo el mundo, y yo no soy una excepción. Lo que ha pasado hoy son cosas que pasan cuando te falta competición», resumió después el choque. Nadal, lejos de dramatizar, está convencido de que pronto volverá a ser el de siempre. «Sabía que necesitaba jugar partidos aquí y me he metido presión, pero estoy seguro de que voy a volver».

Al número tres del mundo le pesa la inactividad, lastrado por una apendicitis que le dejó casi sin fuerzas en la segunda parte de la pasada temporada. De hecho, desde Wimbledon sólo ha jugado ocho partidos con el de Doha y mira al futuro con optimismo. «Tengo que seguir trabajando, porque puedo hacerlo mucho mejor, aunque no jugué tan mal, tuve mis oportunidades durante el partido».

En el horizonte está Melbourne, el primer Grand Slam del curso y en donde Nadal defiende la final de 2014. En ese encuentro ante Stanislas Wawrinka sufrió un latigazo en la espalda que le privó de competir en condiciones y arrastró esos problemas durante todo el curso. De hecho, se trató con células madre aprovechando su baja por la intervención de apendicitis y ahora trata de poner el cuerpo a tono. El Abierto de Australia es una incógnita por su nulo rodaje, pero es Rafa Nadal, un luchador insaciable.

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