Federer, a tiro de gloria

El destino le ofrece a Roger Federer una oportunidad única, elegido para alcanzar el gran título que falta en su palmarés. Campeón de 17 grandes, con un interminable listado de alegrías, Federer tiene este domingo la opción de sentenciar y darle a Suiza la primera Copa Davis de su historia, a tiro de gloria. Como número uno de su equipo, disputará el cuarto punto ante Jo-Wilfried Tsonga (13 horas, TDP) con un 2-1 a favor de su país. En el caso de que fuera necesario. Gael Monfils y Stanislas Wawrinka cerrarían la eliminatoria.

Suiza parte con ventaja después de sumar el punto del dobles, fundamental por varios motivos. Los helvéticos se pusieron por delante con maestría, pero la mejor noticia es que rescataron a Federer, que olvidó sus problemas de espalda y se contagió de las buenas maneras de Wawrinka.

La cita exigía un paso al frente y Federer lo dio sin rechistar, líder natural en busca de una foto irrepetible.

Federer parte con ventaja en el cara a cara con Tsonga. Son once triunfos por cinco del francés, aunque es verdad que el galo le derrotó en el último pulso entre ambos (Masters 1.000 de Canadá de este mismo año). De todos modos, no hay precedentes que valgan en la Davis, competición única que estos días reúne en Lille a más de 27.000 personas en las gradas. La atmósfera que se crea es incomparable y de ahí que Federer persiga este sueño desde siempre.

Unas veces fue él quien renunció al torneo y en otras se encontró abandonado, sin un equipo competitivo con el que aspirar a algo. Pero ahora tiene a Stanislas Wawrinka como gran aliado, sin rastro de las rencillas que alteraron la paz después de las semifinales de la Copa de Maestros. Como demostraron en el dobles, reman por un bien común y lo tienen a tiro, a un solo paso.