Un camino de superación y constancia

El IES Las Salinas de San Fernando, presente en una ruta de gran belleza y exigente trazado del Camino de Santiago

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El Camino de Santiago es una de esas experiencias llenas de compromiso, pasión y solidaridad que a nadie deja indiferente. En el IES Las Salinas de San Fernando, donde se imparte un Ciclo Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas, el objetivo es claro: llevarlo a cabo de una forma especial, con otro enfoque. La cita tendrá lugar después de Semana Santa.

Así lo apunta, José Luis Rodríguez, profesor de este centro educativo y todo un veterano en estas lides gracias a sus 15 experiencias. «Es el noveno año que hacemos esta actividad, pero esta vez será diferente. El Camino de Santiago tiene varias vías, nosotros casi siempre la hicimos por el camino francés, pero ahora lo haremos de una forma más arriesgada», apunta.

¿Cómo es esa forma? La respuesta la tiene José Luis Rodríguez: «Llevaremos a cabo este nuevo reto por el camino primitivo, el más antiguo y de mayor dificultad, con inicio en Oviedo y conclusión en Finisterre. En total, 435 kilómetros de recorrido, con etapas de alta montaña. O lo que es lo mismo, 19 etapas con una media de 25 kilómetros por cada una de ellas».

¿Y cómo se prepara? «Con paciencia, unas ganas inmensas y mucha voluntad por parte de alumnos y profesores. Todo ello sin olvidar un entrenamiento previo y una dieta de alimentación. Es una infraestructura complicada en ese sentido, ya que son 22 días fuera de casa con tres camisetas y poco más», añade Rodríguez.

Cada experiencia, un reto

Begoña López, profesora del mismo centro educativo, y que ya acumula cinco Caminos de Santiago a sus espaldas, asevera: «Supone un gran reto, con grandes dosis de compañerismo y valores que te permiten compartir experiencias. Al fin y al cabo se trata de un enriquecimiento personal y colectivo que te da fuerza para avanzar». Y apostilla: «A veces vas en volandas y levitas, superando los problemas físicos del momento. Salvo la ruta de los templos budistas de Japón, extraño es ver una ruta de este calibre en la que te encuentres un personal tan variado, de diferentes nacionalidades, luchando hombro con hombro y casi sin palabras».

Palabras que comparte Natalia Braza, antigua alumna de este grado, con dos años de experiencia en esta actividad. Ahora realiza una práctica del máster y le toca vivir una experiencia diferente. «Nunca hay dos caminos iguales porque ni la gente es la misma ni el tiempo es igual. A eso le sumamos que por primera vez llevaremos a cabo el camino primitivo y hasta Finisterre, por lo que no terminaremos en Santiago de Compostela», destaca.

Historias que añadirán a su trayectoria personal alumnos como Fran y María José, a los que ilusión no les falta. «Si piensas que puedes, llegas al destino. Influyen la preparación física, los entrenamientos, las dietas, y demás, pero la mente es fundamental», señala el primero.

María José lo corrobora: «Supone un antes y un después a nivel personal. Es un periodo en el que maduras y te conoces a ti mismo y a tus compañeros. Abres la mente y vives nuevas experiencias, así que hay que aprovecharlo».

Y todo ello con una palabra clave: superación. ¡Que comience el reto!

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