Río 2016Brasil desaprovecha el efecto del país anfitrión en el medallero

Logra una de las mejoras en logros más bajas de la historia de un organizador de los Juegos Olímpicos

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Brasil ha acabado 13 en el medallero de Río 2016. Ha subido nueve puestos respecto a Londres 2012, gracias a sus siete oros, a pesar de que el total en número de preseas no ha sido tan superior, 19 frente a 17. Sobre el porcentaje total de medallas repartidas, Brasil ha pasado de acaparar el 1,7% a obtener el 1,9%, una mejora tan solo de 0,2 puntos, una de las más bajas de un país organizador.

El anfitrión tradicionalmente mejora sus resultados por una mezcla de equipo local, afición a favor, y, especialmente, fondos destinados para la preparación de sus atletas con el objetivo de brillar en la gran cita. Barcelona 92 es puesta como ejemplo de triunfo deportivo nacional.

España pasó de las cuatro medallas de Seúl 88, y un puesto 25 en el ránking, a 22 metales y la sexta posición en el medallero debido sobre todo a la calidad de los metales, con 13 oros. En el porcentaje de medallas sobre el total repartidas, pasó del 0,5% al 2,7%, una mejora de algo más de dos puntos, un porcentaje muy repetido entre los anfitriones. Ocurrió en Londres 2012, Seúl 88, Múnich 72, México 68, Tokio 64 y Roma 60.

Mayores subidas y algunas bajadas

Los porcentajes más elevados en la historia se deben a distorsiones extradeportivas. Así, en los JJ.OO. anteriores a la Segunda Guerra Mundial, y particularmente los de la primera década del siglo XX, la limitada presencia de delegaciones extranjeras y el alto porcentaje de atletas locales dimensionaba los éxitos del anfitrión. El ejemplo más representativo es San Luis 1904, donde EE.UU. acaparó el 86% de las medallas en unos JJ.OO. donde solo participaron 12 países, una mejora de 77 puntos respecto a los anteriores juegos.

Hay distorsiones más recientes en el medallero. El boicot a Moscú 80 tuvo como consecuencia una mejora de 11 puntos de la URSS en el reparto de medallas. Como contrapartida, el posterior boicot a Los Ángeles 1984 impulsó a EE.UU. a una mejora de 10 puntos. Desde entonces, la mayor subida ha sido China en Pekín 2008, donde se colgó el 10% de las medallas, cuatro puntos más que en Atenas 2004, y logró el primer puesto en el ránking por países.

No siempre ser el país anfitrión ha sido sinónimo de ascender en el medallero. En dos ocasiones supuso caídas en el porcentaje de medallas logradas. Ocurrió en Atlanta 96, aunque EE.UU. mantuvo al menos la primera posición; y en Helsinki 52, donde Finlandia comenzó el declive como potencia olímpica de un país que llegó a ser la segunda en el medallero en 1924.

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