La federación rusa de fútbol localizará y castigará a todos los aficionados que durante el partido entre Rusia e Inglaterra participaron en altercados con la afición inglesa, aseguró hoy el ministro de Deportes ruso, Vitali Mutkó.

«Lamentablemente tenemos aficionados que encienden bengalas. Pagar luego multas por ellos es de poco agradecer. Los vamos a identificar a todos y los vamos a castigar», dijo el ministro a la agencia de información deportiva rusa R-Sport.

Sin embargo, también apuntó a fallos de organización en el estadio 'Velodrome' de Marsella, en el que los aficionados de los dos equipos se encontraban demasiado cerca los unos de otros.

Mutkó asumió que la federación será con toda seguridad castigada por la UEFA por el comportamiento de los aficionados rusos.

«Tendremos una multa de la UEFA. Ahora tenemos que ver si se trató de un grupo de seguidores nuestros o si accedieron al estadio con una entrada» comprada en las taquillas del campo, apuntó.

El ministro lamentó que incidentes como el registrado anoche en el Velodrome de Marsella manchen la imagen de Rusia y de su afición, sobre todo de cara al Mundial de Fútbol que acogerá este país dentro de dos años. «Como anfitriones del próximo campeonato del mundo, debemos cuidar nuestra imagen», advirtió.

En los minutos finales del encuentro entre Rusia e Inglaterra, que concluyó con empate a un gol, aficionados rusos lanzaron bengalas y petardos hacia la grada inglesa. Luego invadieron la tribuna de la afición inglesa y allí se produjeron violentas peleas entre las dos hinchadas.

Los enfrentamientos continuaron en las calles de Marsella y dejaron, además, 35 heridos así como lesiones en tres agentes de las fuerzas del orden, que detuvieron a ocho personas.

Además, un aficionado inglés de unos 50 años se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Marsella tras haber recibido una paliza de hinchas rusos en los prolegómenos del duelo. El hombre, que había sufrido un paro cardíaco y fue reanimado por un policía, fue trasladado de urgencia a un centro hospitalario de la ciudad y, según los facultativos, su vida corre peligro.