Fue una noche intensa para Cristiano Ronaldo . Si tras lesionarse en el inicio del choque en una acción fortuita con Payet dejó sus lágrimas sobre el césped del Estadio de Francia, el pitido del árbitro tuvo como consecuencia la misma estampa.
No pudo Ronaldo contribuir con goles al éxito portugués, pero su implicación desde el área técnica fue máxima. El 10 de julio de 2016 el crack portugués vivió, con total seguridad, una de las veladas más emocionantes de toda su carrera .
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