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Mitos del fútbol que arruinaron su vida tras colgar las botas

Los juegos de azar, las drogas, el alcohol y las mujeres fueron las cuatro principales causas que provocan su descenso a los infiernos

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  1. George Best

    «He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y coches. El resto lo he despilfarrado». «Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme. Solo sucedía». «Cada vez que entro en un sitio hay sesenta personas que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no». Las frases pronunciadas por el brillante futbolista británico resumen la filosofía de vida practicada por la estrella Manchester United, equipo en el que jugó entre 1963 y 1974.

    Considerado uno de los mujeres futbolistas de todos los tiempos, George Best vivió su vida tan rápido como corría la banda, alternando regates eléctricos y goles impensables, con una enfermiza afición por el alcohol, las sustancias prohibidas, las mujeres y las fiestas. Con 26 años, cuatro después de ganar el Balón de Oro, se retiraba del fútbol y acentuaba su afición por el alcohol.

    En 1980 anunció que era alcohólico crónico. En 2001 sufrió un trasplante de hígado, pero siguió bebiendo hasta su muerte, en diciembre de 2005.

  2. Andreas Brehme

    Marcar un gol en la final de un Mundial es el sueño de todo futbolista profesional, pero solo unos pocos elegidos lo pueden ver cumplido. Es el caso del alemán Andreas Brehme, que en 1990 acababa con las esperanzas argentinas y elevaba al combinado germano a la gloria. Veintiseis años después de su inolvidable diana, firmada tras un polémico penalti, aquel rubio lateral malvive arruinado por las deudas.

    Brehme, que supo reconocer que aquella pena máxima señalada por el mexicano Edgardo Codesal no era tal, tampoco ha tenido problemas para declarar que, a sus 55 años, se encuentra en el peor momento de su vida. Sin un empleo estable desde hace ocho años, cuando en 2006 cuando formó parte del cuerpo técnico del Stuttgart, está en la ruina y a punto de perder su casa.

    Además, está pendiente de la resolución judicial por viejas y cuantiosas deudas acumuladas que no ha cancelado. Se habla de «una cifra cercana a los 200.000 euros», correspondientes a un préstamo pedido por el exjugador del Bayern e Inter.

  3. Vieri

    Delantero del Atlético de Madrid e Inter de Milán entre otros equipo, el italiano Christian Vieri confesó hace un año estar arruinado. Después de casi veinte años de carrera futbolística, el que fuera uno de los mejores delanteros del mundo no tiene dinero.

    El italiano disfrutó de un tren de vida muy elevado, en el que se gastó ingentes cantidades de dinero en mujeres y en póker. Algo a lo que se unió la pérdida hace un par de años de lo que le quedaba de su fortuna por la quiebra de la empresa BFC, en la que había invertido millones de euros.

    Desde 2014, el italiano ha intentado lograr ser entrenador para paliar su delicada situación económica, pero de momento no se ha estrenado en los banquillos

  4. Jean Marc Bosman

    De transformar profundamente el mundo del fútbol a vivir de las subvenciones estatales en Bélgica. Jean-Marc Bosman dio nombre a una ley que cambió las reglas de los traspasos en el fútbol al permitir a los futbolistas moverse libremente entre clubes al final de sus contratos, pero hoy en día es alcohólico y sobrevive con lo justo a las afueras de Lieja.

    Después de dejar el Charleroi no consiguió encontrar un nuevo destino, lo que le sumió en una grave depresión que le llevó a la bebida. Había triunfado en el campo de la justicia pero su carrera se había acabado para siempre e incluso su vida personal acabó viéndose afectada.

  5. Garrincha

    El futbolista brasileño que fuera extremo de la selección campeona del mundo de 1958 y 1962, moría en la pobreza el 20 de enero de 1983, con 49 años, debido a una cirrosis hepática. Adicto también al tabaco, llevó una vida excesivamente alegre. Tuvo 14 hijos reconocidos de distintas esposas y amantes.

    A pesar de su calidad con el balón en los pies, Garrincha nunca demostró ser un deportista modelo. Con una pierna seis centímetros más larga que la otra, su carrera como futbolista siempre fue paralela a sus vicios. Una vez retirado, dio rienda suelta a los mismo y cada día agotaba botella de cachaza, aguardiente típico del Brasil.

  6. Julio Alberto

    El problema de Julio Alberto, brillante futbolista de Atlético de Madrid, Barcelona e incluso de la selección española, fue no lograr asumir la transición a la condición de exjugador. Una vez retirado sufrió una serie de reveses como la pérdida de una tienda de motos en un incendio. Más adelante, confesó sus problemas con las drogas en un libro titulado «Mi verdad». El exfutbolista reconoció entonces que su adicción afectó a su carrera y acabó pasándole factura en su vida familiar.

    Julio Alberto llegó a marcharse de España para vivir en las Maldivas y completar su desintoxicación. Regresó un año más tarde para enfrentarse a una detención tras la denuncia por robar en un bar en el que trabajaba e incluso protagonizó un intento de suicidio. En la actualidad trabaja con varias ONG y colabora con la Fundación del Fútbol Club Barcelona.

  7. Paul Gascoigne

    La carrera del talentoso centrocampista inglés siempre estuvo marcada por los coqueteos con el alcohol, vicio que terminó por llevarle a la ruina cuando colgó las botas. Desde que debutara en 1985, con 18 años, generó una fortuna superior a los 14 millones de libras, pero terminó por perderlo todo.

    Protagonista de varias peleas y detenciones provocadas por el alcohol, llegó a reconocer que no tenía ni un techo donde dormir. La Asociación de Futbolistas Profesionales de Inglaterra tuvo que recurrir en auxilio de un Paul Gasccoigne que pasó sin éxito varias temporadas en clínicas de rehabilitación. De hecho, hace un par de semanas confesó que llevaba un año sin beber pero las fotos publicadas por «The Sun» este pasado fin de semana deja bien claro que sigue viendo la muerte muy de cerca

  8. Ailton

    Es menos conocido en España que los casos anteriores, pero el brasileño Ailton, que llegó a proclamarse campeón de la liga alemana con el Werder Bremen, puede sumarse a esta lista de futbolistas de primer nivel que atravesaron problemas económicos tras colgar las botas y poner punto y final a su carrera deportiva.

    El brasileño llegó al conjunto alemán en 2002 a cambio de cinco millones de euros, por aquel entonces la mayor inversión de este club. Importante para la consecución de la Bundesliga, el futbolista dejó escapar de sus bolsillos todo el dinero que ganó durante su aventura alemana.

    Claro, que teniendo en cuenta que se dice que llegaba a gastar más de 100.000 euros al mes únicamente en ropa, no parece extraño que acabase rozando la bancarrota.

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