Francisco Javier Linares, en un partido con el Crevillente
Francisco Javier Linares, en un partido con el Crevillente - Zaira González
Tercera división

Javier Linares, el hombre récord del fútbol español

Por tercer año consecutivo y siendo defensa, es el jugador que más minutos disputa en su grupo de Tercera división

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Francisco Javier Linares no juega en el Real Madrid ni en el Barcelona, aunque su nombre está en boca de los aficionados al fútbol de La Mojonera, pueblo turístico de la provincia de Almería en el que nació en 1988. También en Crevillente (Alicante), en cuyo equipo ha militado esta temporada. En medio del debate nacional sobre si el descanso concedido por Zinedine Zidane a Cristiano Ronaldo ha resultado decisivo para la conquista de la Liga se cuela un defensa del fútbol modesto que, por tercer año consecutivo, ha vuelto a finalizar la temporada como el jugador con más minutos disputados en su grupo de Tercera división. Desde hace tres años, nadie aparece más tiempo que él sobre la hierba.

«Es un récord bonito, pero te puedo decir más. Los jugadores, a veces, notamos alguna molestia en las sesiones de preparación y descansamos, pero, con modestia, te digo que no recuerdo el último entrenamiento que me haya perdido o el último que no acabara. Ese trabajo no se ve y eso sí me hacer sentir más orgulloso», explica Linares a ABC. Trotamundos incansable del fútbol modesto en equipos de la costa levantina, se ha convertido en un hombre récord en Tercera división. Hace dos años, como jugador del Crevillente, no se perdió ni un solo minuto en las 38 jornadas que disputó el conjunto alicantino del Grupo VI. Ni lesiones ni tarjetas frenaron a un defensa que el pasado curso, entonces en el Huércal Overa (Grupo XIII), también cerró el curso disputando todos los partidos. Esta campaña, de nuevo en el cuadro crevillentino, vuelve a aparecer en las estadística como el futbolista de la Tercera valenciana que más minutos acumula en sus piernas aunque no haya podido cumplir el pleno. «Me he perdido unos cien minutos. Un encuentro entero por sanción y el final de otro por sustitución», explica sin dar importancia a los récords.

A pesar de esta modestia, los números de Linares no son ninguna tontería porque ningún futbolista de Primera, Segunda, Segunda B o Tercera ha conseguido acabar tres temporadas seguidas al frente de la estadística de minutos seguidos jugados. Este almeriense se ha convertido en el primero.

«Son datos bonitos, nada más», insiste un trabajador incansable del fútbol que, en categorías inferiores, ha llegado a coincidir con jugadores que han llegado a la élite internacional. Su afán por jugarlo todo viene ya de lejos. «En el Campeonato de Andalucía de Selecciones Alevines de 2000 quedé campeón con Almería y, casualmente, fui el único que disputó todos los minutos. En ese equipo tenía como compañero a Diego Capel», recuerda con cierta nostalgia. La final de aquel campeonato es uno de sus recuerdos más bonitos en este deporte. «La ganamos, vencimos 3-1 a la selección de Sevilla. Aquel día marqué el gol del empate en una falta directa, y Capel el de la victoria». Sus destinos se separaron después de aquel éxito. Uno llegó a tocar el cielo en Primera con el Sevilla y luego en clubes extranjeros. Linares terminó viviendo el fútbol como diversión en Tercera división, aunque, a sus 29 años, no descarta dar el salto a un Segunda B. «Si es por los minutos, mañana mismo me fichan», bromea.

Lateral derecho, Linares tiene en la polivalencia uno de sus grandes recursos. A pesar de ser defensa, consiguió mantenerse dos temporadas seguidas sin ser expulsado, algo complicado en una categoría como la Tercera división. «Siempre he intentado respetar a los árbitros y a los rivales, pero también influye la suerte», explica como claves de su continuidad ininterrumpida en los terrenos de juego. «Sucede igual con las lesiones. Me cuido día a día para prevenirlas y también me he beneficiado del buen trabajo del cuerpo técnico de los clubes en los que he jugado. Pero la suerte tiene que acompañarte y a mí no me ha faltado», reconoce un futbolista que tiene en su mujer y sus dos hijos a sus más fieles hinchas. Un ejemplo para ellos y también para el fútbol modesto porque su compromiso es innegable.

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