Si Nayim contó con el aliento de miles de zaragocistas para que su disparo en la final de la Recopa de 1995 acertara en la portería, Hlompho Kekana tuvo a su favor a toda Sudáfrica para convertir su disparo en un tanto magnífico.
Sucedió en el Camerún-Sudáfrica de la fase de clasificación de la Copa de África. La parte negativa es que el tanto no se convirtió en el de la victoria, pues los cameruneses empataron poco después.
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