El entrenador del Mallorca se encara con varios aficionados que estaban criticando a dos jugadores

El actual entrenador del Real Mallorca, Javier Olaizola, se ha encarado este miércoles por la noche con varios aficionados del conjunto bermellón, después de que éstos hubieran estado recriminando previamente a los dos capitanes del equipo, el central Héctor Yuste y el portero Jesús Cabrero, la actual mala situación deportiva del club. En los cinco últimos partidos ha habido dos empates y tres derrotas.

Transcurridas ya 30 jornadas de esta temporada de la Liga 1/2/3, el Mallorca ocupa en estos momentos plaza de descenso a Segunda B y el próximo sábado recibe en Son Moix al líder, el Levante. Olaizola relevó en el cargo a Fernando Vázquez el pasado mes de diciembre, pero desde entonces no ha conseguido enderezar la irregular trayectoria del equipo.

El técnico vasco lleva hasta el momento 13 partidos al frente del equipo, con un balance de dos victorias, cinco empates y seis derrotas.

Los incidentes de esta noche, recogidos por el canal autonómico IB3, se han iniciado poco antes de las ocho y media. Varios aficionados se encontraban en ese momento en la zona de acceso y salida del estadio, esperando conocer cómo había ido la reunión entre los representantes de las peñas y el consejero delegado del club, Maheta Molango. La labor de este último está siendo cada vez más cuestionada por los socios, sobre todo por lo que respecta a su política de fichajes.

Los citados aficionados han visto cómo, una vez acabado el entrenamiento de hoy, Yuste y Cabrero abandonaban Son Moix a bordo de un vehículo que conducía el central. Dichos seguidores les han pedido a los dos jugadores si podían hablar un momento con ellos, algo a lo que ambos han accedido. Yuste ha aparcado su coche y ha empezado la conversación, que se ha iniciado en un tono tranquilo, que, poco a poco, se ha ido volviendo tenso.

«Es nuestra vida, que coman nuestros hijos», ha dicho Cabrero a quienes han puesto en duda el compromiso de la actual plantilla con el club. «Hay tiempo para todo, creo que hay tiempo para abordar esto», ha señalado Yuste, en el sentido de que aún sería posible evitar el descenso del equipo a Segunda B, posibilidad que cada vez va pareciendo más remota para muchos socios a la vista de los últimos resultados.

Ha sido entonces cuando Olaizola, que también salía de Son Moix, ha visto a Yuste y a Cabrero, y se ha encarado con varios aficionados. «¡Dejad a los futbolistas de una puta vez!», ha dicho. Un aficionado le ha replicado que está cansado de comprar entradas «para ver una puta mierda de partido». La tensión ha ido en aumento a partir de esos instantes. Otro seguidor ha señalado «así no», para criticar el mal momento del equipo. «Así no vas tú, así no vas tú. ¿Cuántos años llevas tú aquí, cuántos años llevas?», ha preguntado Olaizola dirigiéndose a esa persona. «Yo llevo desde que tú eras jugador», ha sido la respuesta. «Entonces, compórtate, compórtate», ha apostillado el técnico vasco, visiblemente molesto.

Pasaban los minutos y el nerviosismo no disminuía. «¿Tú? ¿Qué me vas a decir, qué me vas a decir?», ha preguntado el entrenador a otro aficionado que criticaba al equipo. «No lo digo por ti, lo digo por tus jugadores», ha respondido éste. Finalmente, uno de los ayudantes de Olaizola ha conseguido que se pudiera dar ya por terminada la conversación y el técnico mallorquinista ha abandonado el estadio en su propio vehículo.

Para entender la situación de gran preocupación que existe hoy en el club, cabe recordar que lleva ya cuatro años seguidos en Segunda División, tras haber permanecido 16 temporadas consecutivas en Primera. Desde entonces, el Mallorca ha estado mucho más cerca de bajar a Segunda B que de regresar de nuevo a la División de Honor. De hecho, en las tres pasadas temporadas el equipo no llegó a situarse en ningún momento en una de las cuatro plazas que dan opción a jugar el play-off de ascenso, mientras que fue habitual verle ocupando las últimas plazas, incluso como colista. El año pasado, en el que el Mallorca celebraba su centenario, el equipo salvó la categoría en el último partido, al ganar a domicilio al Valladolid por uno a tres.

El actual clima de pesimismo a todos los niveles contrasta con la ilusión que despertó hace apenas 14 meses la llegada al club del empresario norteamericano Robert Sarver, que pasó a ser el accionista mayoritario del Mallorca tras haber abonado 20,6 millones de euros.

Sarver dijo entonces que su objetivo era conseguir que el club regresase a Primera División lo antes posible y que se recuperase «la época de gloria del Mallorca». Esa época incluye, entre otros hitos, la disputa de una final de la Recopa de Europa, dos participaciones en la Champions League y la consecución de una Copa del Rey, de la mano de entrenadores como Héctor Cúper, Luis Aragonés o Gregorio Manzano. Esa recordada y anhelada época de gloria quizás pueda regresar algún día, pero en estos momentos parece más lejana e irrecuperable que nunca.