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Isco se duele tras una entrada - AFP
Selección Española

¿Qué le pasa a España?

Del Bosque no encuentra motivos para justificar el apagón del equipo, que está lejísimos de ofrecer su mejor versión

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Lo importante, ahora que el juego no enamora, era ganar, y ahí sí que se puede contentar España. En un duelo decisivo para estar en la Eurocopa de 2016, la selección se impuso a Ucrania con gol de Morata y gracias. Un cortísimo 1-0, pero que resuelve el problema y deja la clasificación para Francia prácticamente resuelta. Sin embargo, el equipo no arranca.

¿Qué le pasa a España?, se pregunta la gente, nostalgia lógica porque las cosas han cambiado una barbaridad. De enamorar en cada encuentro al plomizo fútbol del viernes en el Sánchez Pizjuán. Y eso que la cosa empezó bien, con jugadas interesantes, buena circulación y velocidad en el movimiento de la pelota. Sin embargo, el equipo se fue diluyendo al tiempo que lo hizo Andrés Iniesta y celebró que el árbitro señalara la hora.

España, en parte, sigue instalada en la tristeza de Curitiba y no logra soltar lastre. Lo principal que hay que entender es que aquel equipo tan maravilloso no existirá más porque Xavi y Xabi Alonso ya no están y nunca volverán, así de simple. Y la selección está en pleno proceso regenerativo para acercarse a esa idea.

Hubo un buen tramo en la primera mitad y recordó a ese fútbol de salón. Isco e Iniesta combinaron con alegría y hasta el Pizjuán regaló aplausos, generosa siempre la afición sevillana aunque esta vez no llenase el estadio. Sin embargo, se apagó el equipo en el segundo acto y hubo momentos de angustia.

A España le pasa que no se reconoce del todo. Del Bosque está de pruebas y ya han debutado 12 jugadores desde el Mundial, con Asenjo, Vitolo y Juanmi en la recámara y con opciones de estrenarse este martes en el amistoso contra Holanda de Ámsterdam. Mucha cara nueva y con menos caché que los Alonso, Xavi, Torres o Villa.

Hay un problema de identidad pese a que la base sea prácticamente la misma. Parece que al equipo se le ha olvidado lo básico, que es mover la pelota y al rival. Ha sumado para el centro del campo a Koke y también Isco aporta su magia, idolatrado allá donde va. Pero falta algo.

Para empezar, el gol. Sin que funcione, de momento, lo de Diego Costa, España se salva con lo justo. Esta vez fue Morata el que resolvió la papeleta con un gol de rebote, pero válido igualmente. El delantero de la Juventus es de las buenas noticias que se han producido y quiere quedarse, aprobado con nota como cuando ha estado Paco Alcácer. Pese a todo, es evidente que el gol es un problema y está bien introducido en singular. Ya no hay goleadas.

En defensa, a la selección le costó muchísimo defender los balones aéreos de Ucrania, especialmente los centros laterales. Piqué y Ramos son indiscutibles, aunque están todavía en proceso de reconciliación. Sí que hay que congratularse de Jordi Alba, tremendo en Sevilla hasta que se lesionó y tuvo que abandonar la concentración.

El propio Del Bosque no encuentra una causa a las dos caras que ofrece España. Es cierto que no hay que ser alarmistas y que se puede ver el vaso medio lleno si se tiene en cuenta el buen tramo del inicio, pero queda siempre el último recuerdo. Y es el de un equipo angustiado por superar en casa a Ucrania. Está claro que España necesita mejorar.

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