La afición del Vicente Calderón coreó con ironía el nombre de Íker Casillas después del primer gol del Atlético. Fue un tanto de Tiago en el que no estuvo demasiado lúcido el portero blanco, pues el remate del portugués desde la frontal no entrañaba demasiado peligro. [En directo, Atlético de Madrid-Real Madrid]
El remate pasó entre un mar de piernas y el capitán del madrid se vio sorprendido. Cuando vio la pelota, trató de detenerla con una mano, pero se le escurrió y el Atlético tomó la delantera en el derbi. A partir de ahí, la afición rojiblanca se recreó con los gritos de «Íker, Íker».
Continuó con el sarcasmo a medida que el Atlético iba ampliando la renta. Ya con el cuarto, fue una fiesta de cánticos y risas en una de las peores tardes del Madrid y de su portero.
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