Wilfred Agbonavbare, portero del Rayo
Wilfred Agbonavbare, portero del Rayo - ABC
Fútbol

Muere Wilfred Agbonavbare

El mítico portero del Rayo Vallecano de la década de los 90 fallece a los 48 años víctima de un cáncer

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Wilfred Agbonavbare (Lagos, 5-10-1966), portero del Rayo Vallecano en la década de los 90, murió este martes víctima de un cáncer. El ex futbolista, que estaba ingresado en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares., tenía 48 años y era muy querido por todo el mundo del fútbol.

Wilfred inició su carrera profesional en clubes de su país. Con 16 años debutó con el New Nigeria Bank. Posteriormente pasó por el Abiola Babes y estuvo a prueba en el Brentford FC de la segunda división inglesa, antes de regresar a su país para fichar por el BCC Lions. Y de ahí saltó al Rayo Vallecano, con quien debutó en Segunda división.

Colaboró en el ascenso del conjunto madrileño a la máxima categoría del fútbol español y debutó en Primera el 5 de septiembre de 1992. Luchó por la titularidad con Toni Jiménez y ya se hizo con la portería a partir del curso 1993-94.

Durante su paso por el Rayo entre 1990 y 1996, Wilfred disputó 177 partidos de Liga (76 en Primera y 101 en Segunda) y llegó a formar parte de la selección nigeriana que alcanzó los octavos de final en el Mundial de Estados Unidos en 1994.

Después de seis temporadas con el Rayo, Wilfred fichó por el Écija, de la Segunda. Estuvo ahí un año, pero no le renovaron el contrato y se volvió a Nigeria. No encontró equipo y abandonó el fútbol, aunque luego regresó a España para fijar en Madrid su residencia.

Se gastó todo el dinero que ahorró como profesional para ayudar a su mujer, que finalmente falleció al no poder superar una larga enfermedad, y se vio obligado a trabajar como mensajero y mozo de carga para sobrevivir. En las últimas fechas, el exportero luchaba contra un cáncer en un hospital de Alcalá de Henares (Madrid).

Pese a las adversidades, nunca borró la sonrisa que tantas veces exhibió sobre los terrenos de juego. Su última experiencia con el balón fue en un modesto de la Comunidad de Madrid, el Coslada, donde fue entrenador de porteros en la etapa en la misma etapa en la que trabajó como mensajero.

Wilfred no ha podido despedirse de sus hijos pese a que el Rayo Vallecano se movilizara al respecto y financiase el viaje desde Nigeria. Problemas burocráticos impidieron el traslado. Siempre será recordado por su sonrisa y por su espíritu de lucha, ese jugador que hizo que muchos bares pintaran al portero de sus futbolines de negro.

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