Fórmula 1 | GP de Abu DabiNico Rosberg es el campeón

El alemán logra el título de Fórmula 1 por primera vez en una carrera conservadora que ganó un Hamilton genial

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tal y como ha desarrollado su vida y la temporada 2016, conservador y metódico, Nico Rosberg se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1. Lo hizo en Abu Dabi, escenario de finales inesperados y dramáticos, pero nada de esto le sucedió a él. Con atención y la calculadora en la mano, el alemán residente en Mónaco ejecutó la tarde que necesitaba. Llegar a la meta por detrás de Lewis Hamilton, su antiguo amigo y ahora adversario encarnizado que le buscó las cosquillas. Trató de atraerlo, ralentizar la carrera, meterlo en pánico, pero no lo consiguió. Es el primer título de Rosberg. Como su padre, Keke, también campeón en 1982. Fernando Alonso acabó décimo.

La inversión de Mercedes ha entregado a Hamilton y Rosberg el mejor material posible para sus propósitos individuales.

Hamilton han conquistado los dos últimos campeonatos y tenía pinta de repetir otra vez. Pero un comienzo de curso desnortado, unido a su sospecha sobre el cambio de mecánicos de su garaje al de Rosberg, han favorecido la coronación del monegasco.

Como en sus viejos tiempos, cuando eran uña y carne en el karting italiano, Hamilton aprende antes, gestiona mejor y conduce más rápido. Rosberg tarda más en entender, pero llega al mismo sitio con más calma y menos precipitación. Casi se puede entender que así fue el desenlace del Mundial de F1.

El impetuoso Hamilton trató de usar la cabeza en Abu Dabi para frenar a su enemigo. Intentó meterlo en todos los problemas posibles, sobre todo cuando estuvo detrás de él y frenaba el ritmo para que los Red Bull o los Ferrari alcanzasen a Rosberg, a quien le bastaba cons er tercero para el título.

Rosberg solo tuvo un destello brillante en Abu Dabi. Fue el adelantamiento a Verstappen, que iba con ruedas más antiguas, pero enseña siempre ese espíritu competitivo que nunca lo abandona. Lo pasó con riesgo y decisión y se marchó hacia la zona de confort, el segundo puesto.

Hamilton jugó con fuego, como le gusta, en las últimas siete vueltas. «¿Por qué vas tan lento, Lewis?», le decían sus ingenieros a Hamilton. Frenó tanto el ritmo desde la cabeza que exasperó a Rosberg , ya que apretó el pelotón. Verstappen y Vettel llegaron hasta el alemán. «¿Puedo adelantar a Hamilton?», preguntó Rosberg a su garaje presa de la desesperación.

Los dos últimos giros pasarán a la antología de la F1. Hamilton, casi parado en cabeza, buscando el acordeón y un par de adelantamientos por detrás, Vettel Y Verstappen a Rosberg, que no llegaron. Entraron cuatro pilotos en un suspiro porque así lo quiso Hamilton, el artista. Segundo, el campeón Rosberg. Y tercero, Vettel. Rosberg rompió su maleficio de segundón, aunque el genio y líder de este deporte se llama Lewis Hamilton.

Ver los comentarios