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Vettel celebra con su equipo tras lograr la victoria - reuters
Gran Premio de Malasia

Ferrari ha vuelto

Con una acertada estrategia y un coche al nivel de los Mercedes, Vettel da la victoria a la escuderia italiana dos años después. Alonso no acabó la carrera

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Ferrari está de vuelta. Con una acertada estrategia desde el muro y un coche que nada tiene que ver con el del año pasado, Sebastian Vettel batió en el Gran Premio de Malasia a los Mercedes. Por primera vez en muchas carreras, Lewis Hamilton y Nico Rosberg se vieron impotentes ante el poderío de otro monoplaza. (Así le hemos contado la carrera)

Además del diseño del bólido de Ferrari para el Mundial 2015, que parece haber dado con la tecla para ponerse al nivel de los hasta hoy imbatibles Mercedes, la clave en Sepang estuvo en las decisiones tomadas desde el muro por los responsables de la escudería italiana. Una salida de pista en las primeras vueltas hizo pisar el asfalto al coche de seguridad y prácticamente todos los monoplazas buscaron al Pit Lane.

Pero entre los que no lo hicieron estuvo Vettel, en una decisión que contribuyó en gran medida a su victoria final. Iría a dos paradas en lugar de las tres de sus rivales.

Los Mercedes remontaron hasta ponerse a la altura de Vettel, pero nunca consiguieron un ritmo suficiente para hacer peligrar la primera plaza del tetracampeón alemán. Su Ferrari volaba. Tanto que tras su primera parada, con neumáticos frescos, Vettel apenas tardó unos pocos giros en pasar a Rosberg con una gran superioridad, y cuando ya se ponía a la par con Hamilton éste huyó del duelo directo desviándose a los boxes.

Y mientras los favoritos luchaban por liderar la carrera llegó la retirada de Fernando Alonso. El asturiano, que como confirmó después no había notado nada raro en el coche, recibió la orden de McLaren de regresar al garaje. Habían detectado un problema mecánico. Tras una gran salida que le ayudó a adelantar a su compañero Button y a Checo Pérez, y después de 22 vueltas que le auparon a la octava posición, Alonso ponía fin de forma prematura a su primera carrera del año.

El asturiano tuvo que seguir el resto de la prueba en Sepang desde el garaje de McLaren, donde pudo ver el siguiente duelo estratégico entre Vettel y los Mercedes, cuando en la vuelta 38 el alemán hizo su segunda parada. Una vuelta después hizo lo propio Hamilton y cuatro giros más tarde su compañero Rosberg. Pero los dos Mercedes salieron por detrás del bólido rojo, al que ya no lograrían adelantar en lo que restaba de carrera.

En la vuelta 42 se consumó el desastre de McLaren, que vio cómo Jenson Button también tenía que abandonar. Quedaba demostrado lo que desde la escudería británica se viene apuntando desde el inicio del Mundial. Aún siguen en pretemporada y les queda muchísimo trabajo por delante para desarrollar un MP4-30 que está a años luz de los mejores coches de la parrilla.

Sainz, octavo

Con Vettel volando hacia la primera victoria de Ferrari en dos años, completada por la sensacional remontada de Raikkonen, que pasó la línea de meta cuarto tras pinchar en las primeras vueltas, lo más interesante fue el duelo entre los Toro Rosso y los Red Bull. En ese orden. Porque tanto Max Verstappen como Carlos Sainz hicieron una brillante carrera para acabar superando a los monoplazas de su escudería hermana, y a priori superior. El español se vio finalmente superado por su compañero de equipo, pero terminó la carrera octavo, mejorando en una posición lo logrado en su debut en Australia.

La bandera a cuadros certificó la victoria de Vettel en un caluroso circuito de Sepang, rompió la racha de Lewis Hamilton, que había ganado las últimas siete carreras que había comenzado desde la pole. E hizo oficial el regreso de la mítica ‘Scudería’ entre los grandes. Hay Mundial.

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