poster Vídeo
efe
fórmula 1 - gp australia

Hamilton gana fumando

El inglés impone la potencia de su Mercedes en una carrera que solo acabaron 11 coches; Carlos Sainz, noveno; Button, último

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Lewis Hamilton ganó la primera carrera del Mundial de Fórmula 1 con el codo en la ventanilla. Pareció tan fácil su triunfo en el gran premio de Australia que asusta esa superioridad del Mercedes y predispone para una temporada en plan rodillo, si nadie lo remedia. Nico Rosberg fue segundo, con el otro Mercedes, y Vettel consiguió el podio en su estreno con el Ferrari. Fue una carrera por eliminación: solo once coches cruzaron la meta. Entre ellos el Toro Rosso de Carlos Sainz, noveno, tras un error en una parada. El McLaren de Button consiguió terminar, lo que pareció un milagro visto lo visto. Eso sí, el último. Undécimo.

La puesta de largo de la Fórmula 1 deparó un paisaje inhóspito.

En la segunda vuelta solo había trece coches sobre la pista después de un carrusel de ingredientes que dejaron Albert Park como un solar. No corrió Bottas, por un problema en la espalda y un coche (el Williams) tapado con una manta por si acaso se veía algo. No salió Kvyat, por un defecto electrónico del Red Bull. Y se rompió el motor Honda del McLaren que conducía Magnussen antes de empezar. Quince bólidos en la parrilla, un accidente de Maldonado al salir, la retirada de Grosjean, quedaron trece coches en el gran premio. Un pequeño fiasco para la F1.

Quedaron, en realidad, once para discutir entre ellos porque los Mercedes juegan a otra cosa. Viven en un universo paralelo, muy por encima de los demás. Un año después, y con toda la tecnología que mueve la Fórmula 1, ningún equipo ha sido capaz de arrimarse a la marca alemana. Hamilton y Rosberg siguen siendo un segundo por vuelta más rápidos.

Hamilton se marchó cómodo y se despidió de la competencia, con la F1 ordenada así. Massa, rápido con el Williams. Ferrari, en clara progresión con Vettel. Buen rendimiento del Sauber con el sorprendente brasileño Nasr. Problemas claros de velocidad para Red Bull. Y Button, tratando de salvar las naves de McLaren desde las últimas posiciones.

Carlos Sainz ejecutó una bonita carrera, luchando en la séptima posición hasta que una tuerca se enganchó en su sueño. Paró en la vuelta 25 para cambiar ruedas y la rueda trasera izquierda de su Toro Rosso se enganchó en la pistola. Un mundo en el garaje y se arruinó su debut en la F1.

Desaparecieron más coches de la carrera. Verstappen, con el motor humeante y roto. Raikkonen, por una rueda mal apretada en su Ferrari. Quedaron 11 bólidos en el asfalto, incluido el McLaren de Button, que resistió aunque siempre último.

La película no tuvo historia en el liderato. Hamilton ganó sin despeinar el flequillo, sin que lo atosigara su compañero Rosberg, mientras Vettel consiguió el tercer puesto y el podio en su debut con Ferrari.