Alonso cumple el sueño que tenía desde niño

En 1988, con apenas siete años, Fernando Alonso alucinaba ante la tele con un monoplaza rojo y blanco con publicidad de Marlboro que arrasaba en los circuitos. Aquel bolido era el McLaren Honda MP4/4, el coche que coronó como campeón a Ayrton Senna por primera vez tras una intensa y bellísima batalla frente a su compañero de equipo, Alain Prost.

Ese monoplaza, diseñado por Gordon Murray y Steve Nichols, ganó quince de las dieciséis carreras en disputa esa temporada (ocho para Senna y siete para Prost). Solo fallaron en el GP de Italia, donde ambos coches abandonaron. Se trata del coche más exitoso de la historia, por lo que es fácil lo que pudo sentir Alonso al conducirlo la semana pasada.

El asturiano reconoció ayer en Barcelona que Honda le permitió pilotar el MP4/4 de Senna durante una visita a la sede del equipo en Japón. Para él fue cumplir uno de los grandes sueños de su niñez: «No sé si es un secreto, pero la semana pasada cumplí un sueño. Rodé con el MP4/4 de Senna, un coche del que tenía una réplica en kart y un póster en la pared de mi habitación».

Alonso siempre ha declarado su admiración por Senna, su referencia desde siempre en el automovilismo. De hecho, uno de sus momentos más felices fue cuando alcanzó los ochenta podios, en Monza 2012, e igualó la cifra de su ídolo. El asturiano ya lleva 97, por lo que ha superado esa marca del brasileño con creces, aunque aún está por detrás en títulos mundiales (3 y 2) y en victorias (41 ante 32).