Fernando Alonso, en el Gran Premio de Japón
Fernando Alonso, en el Gran Premio de Japón
Fórmula 1

Alonso negocia su regreso a McLaren

El jefe de la escudería británica, Ron Dennis, parece el principal obstáculo para el fichaje del español

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Cinco años después de la unión que prometía lo mejor de lo mejor para ambas partes, Fernando Alonso y Ferrari se separan. La ruptura no ha cobrado todavía carta de naturaleza en comunicados oficiales, pero estos llegarán antes de que concluya la temporada. Anunciarán el adiós del piloto español en mensajes amables y en un marco de respeto mutuo. Alonso y Ferrari llevan cinco campañas en persecución de otros coches mejor preparados, más modernos y veloces. Antes Red Bull y ahora Mercedes. Esa es la primera y principal razón por la que sus caminos se alejan. Ferrari no ha sabido construir un monoplaza ganador y al piloto asturiano se le ha agotado la paciencia este curso, cuando Marco Mattiaci sustituyó a Stefano Domenicali

como primer directivo de la escudería. Vettel ocupará la plaza que dejará vacante el español, quien negocia su regreso a McLaren.

Un coche de segunda

Alonso trató de garantizar este verano un deseo imposible: un Ferrari de primera línea capaz de pelear de igual a igual con Mercedes, el bólido que ahora domina la Fórmula 1. La escudería italiana se encuentra en proceso de remodelación en sus estamentos técnicos y el nuevo jefe, Mattiaci, proyecta un plan a tres años para renovar los cimientos del equipo. El grupo italiano tampoco ha fichado ingenieros de prestigio en la F1, ya que la mayoría trabajan ahora para Mercedes y algún otro de postín ha recalado en McLaren (Prodromou). Y, por encima de todo, la química entre Mattiaci y Alonso no ha funcionado desde el primer día.

Cinco años sin títulos y una sensación de sequía continua para el futuro han quebrado la confianza de Alonso. Y tampoco Mattiaci ha colocado al español en el pedestal de primera figura. Montezemolo y Domenicali colmaban al asturiano de elogios aunque no llegasen las victorias. Mattiaci nunca ha considerado al piloto como una piedra angular de sus planes. Tanto es así que ya ha encontrado sustituto. Sebastian Vettel se incorporará a Ferrari, pese a que le queda un año de contrato con Red Bull. Hace unas semanas, el equipo italiano contrató a Ricardo Adami, antiguo ingeniero de pista del piloto alemán en su etapa de Toro Rosso (el filial de Red Bull) y hombre de su total confianza.

Sin penalización

Alonso interrumpirá el compromiso que lo ligaba a Ferrari hasta diciembre de 2016. Vínculo laboral que había renovado hace un par de cursos, a pesar de la ausencia de títulos. Se sentía a gusto bajo la dirección serena de Stefano Domenicali, el directivo con el que negoció y selló su fichaje por la mítica escudería hace seis inviernos. Ahora no tendrá que abonar penalización por romper el contrato. Ferrari lo deja marchar sin indemnización. En cierta forma, la estrategia a largo plazo de Mattiaci no une el futuro de la entidad al piloto español. Vettel reemplazará a Alonso y santas pascuas. Cambio de cromos. Un campeón por otro.

Hasta hace unas semanas, el piloto de Oviedo tenía la duda de abandonar Ferrari o no porque no veía un destino mejor para su proyección profesional (tiene 33 años y no gana el Mundial desde 2006). Ahora que la fractura con su actual equipo es definitiva, es de suponer que habrá encontrado un acomodo para su último tramo como tripulante de la F1.

Mercedes es el bólido que todos los pilotos querrían conducir. Y según cuentan los asesores de Alonso, todas las escuderías de primera línea han preguntado por la situación del español. Pero la dirección de Mercedes renovó recientemente a Nico Rosberg hasta 2017 y Lewis Hamilton tiene un compromiso firmado hasta diciembre de 2015. Ambos luchan por el título cuerpo a cuerpo, por encima de su antigua amistad, y salvo que el asunto acabe a tiros, los dos seguirán en el equipo alemán.

Red Bull suele promocionar a su cantera por encima de todas las cosas. Vettel es el producto estrella de su Junior Team, la escuela de marines que Red Bull tiene en Austria y del que salen sus talentos para la F1. De ahí proviene Daniel Ricciardo, el líder del grupo energético esta temporada. Y es probable que por ese flanco escale posiciones Kviat, el ruso que conduce un Toro Rosso y que podría ser promocionado al Red Bull si finalmente Vettel se marcha a Ferrari.

En el pelotón puntero, solo queda McLaren para Alonso. El español conoce la filosofía de la escudería inglesa, en la que trabajó durante 2007 con un coche espectacular y ganador. También vivió en un clima de guerra civil desde el principio de la temporada. En la cuarta carrera ya mostró sus diferencias con el jefe de McLaren, Ron Dennis. Aquello acabó en acusaciones, sanciones, divorcio e improperios mutuos. Dennis se marchó del equipo, pero ha vuelto. De nuevo manda. Ese parece el principal obstáculo para el regreso del español al equipo británico. McLaren estrenará el próximo año una relación laboral con Honda, el gigante asiático que proveerá los motores. Eso también representa una incógnita para Fernando Alonso. Por descarte, McLaren parece su refugio en esta etapa de su vida.