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Vuelta a EspañaNairo Quintana honra los Lagos de Covadonga

Gana una etapa estupenda y recupera el jersey de líder. Espectacular remontada de Chris Froome. Contador se hunde

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Nairo Quintana cogió impulso, extendió el brazo derecho todo lo que dio su pequeño cuerpo y lanzó la gorra al público que se apostaba junto al Enol, el Ercina, los lagos que dan nombre al santuario de Covadonga y que se han elevado para siempre a los altares en el ideario ciclista. El colombiano honró el aura de los Lagos con un triunfo concluyente, frente a los más grandes, su talento sin capar por conservadurismo. Sensacional su éxito, que lo devuelve al liderato de la Vuelta a España, y fabulosa la reacción de orgullo y fe en la ciencia de Chris Froome, capaz de tener la sangre fría para perder mucho tiempo al comienzo de la ascensión y recuperar terreno después, siempre guiado por los dígitos de su potenciómetro.

Regresa el duelo del Tour, y a él no llega Alberto Contador, el derrotado en los Lagos. El español cedió un minuto ante Quintana y, alejado ya a 2:54, compromete su candidatura a la ronda.

En los Lagos de Covadonga han ganado Marino Lejarreta, Pedro Delgado, Lucho Herrera, Robert Millar, Oliverio Rincón o Laurent Jalabert. Grandes nombres del ciclismo que dan brillo a un palmarés que también han completado anónimos con igual mérito en los últimos tiempos: Niemiec, Piedra, Barredo, Efinkim, Eladio Jiménez o Mercado.

«Me llena de ilusión dejar mi nombre en esta montaña tan bonita y dónde han ganado corredores tan importantes», contó Nairo una vez había despachado a Contador en las rampas de la Huesera, el tramo más duro de los Lagos y donde el madrileño expuso que le cuesta seguir el tranco del colombiano t también de Froome.

El ganador del Tour se fía del perfil tecnológico de su equipo. En plena cascada de pulsaciones y nervios, es capaz de controlar su rendimiento a través del medidor de potencia, el watios/kilo que regula su cuerpo. Empezó atrás, a casi cuarenta segundos del grupo de Contador y Nairo, pero a mitad de puerto empezó succionar rivales como una aspiradora. Fue fantástica su réplica, tan violenta y constante que casi hizo peligrar la victoria de Nairo.

El colombiano metió en crisis a Contador, quien mostró síntomas de pedaleo forzado, poca cadencia y pesadez de piernas.

«Está muy bien ver a Froome detrás en vez de delante», dijo Quintana, quien solo permitió a David de la Cruz disfrutar de un día en la gloria. Pero los Lagos son la ley de la montaña. Y el colombiano honró su memoria.

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