Apenas quedaban dos minutos del encuentro de la Eurocopa entre el Buducnost de Montenegro y el Banvit Bandirma turco cuando ocurrió el incidente. Un aficionado saltó a la pista para golpear a Sammy Mejía, jugador del equipo visitante, que se disponía a atender el rebote de un tiro libre.
El agresor empujó al jugador e inmediatamente después fue derribado de un puñetazo por Earl Rowland, que salió como un rayo desde el banquillo a defender a su compañero.
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