Blake Griffin, durante un partido con los Clippers
Blake Griffin, durante un partido con los Clippers - aFP
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Los problemas de Griffin fuera de la pista contrastan con su mejor pretemporada

El pívot de los Clippers, máximo anotador de los amistosos, se ha visto envuelto en una pelea en una discoteca de Las Vegas

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Sabíamos que Blake Griffin era un depredador en la cancha, pero ahora sabemos también que esa fiereza la demuestra también fuera de ella. El pívot de los Clippers, quizá el mejor jugador en lo que llevamos de pretemporada en la NBA, no ha sabido digerir bien ese éxito y lo ha pagado con un aficionado en una discoteca de Las Vegas, donde según las versiones de los testigos, Griffin abofeteó y trató de estrangular a un aficionado.

El pívot de los Clippers se encontraba en la discoteca Tao, en el hotel Venetian de Las Vegas, junto a varios de sus compañeros de equipo cuando se produjo el incidente que está siendo investigado por la policía. El aficionado, de nombre Daniel según TMZ Sports, realizó una fotografía a la multitud, lo que molestó al jugador de los Clippers que trató de arrebatarle el teléfono móvil con el que había hecho la foto.

En el forcejeo, y ante la negativa de Daniel de soltar el móvil, Griffin le habría abofeteado y sujetado del cuello, un extremo que alguno de los compañeros de Griffin en los Clippers, como DeAndré Jordan, habrían negado.

El incidente, que aún está bajo investigación, podría descentrar al jugador, que durante la pretemporada estaba cuajando grandes actuaciones con promedios de 23,8 puntos y 5,8 rebotes por partido. Griffin es el máximo anotador de los amistosos de preparación de la NBA que dará comienzo oficialmente el próximo miércoles 29 de octubre.

Los Clippers, alternativa en el Oeste

Después de varias temporadas de crecimiento, este parece que tiene que ser el año definitivo para los Clippers de Griffin y Chris Paul. Con los Spurs un año más viejos y Oklahoma City pendiente de Durant, la franquicia «pobre» de Los Ángeles está ante su gran oportunidad de luchar por el anillo y Griffin lo sabe.

Esa mirada de «asesino» en la pista se ha traducido en puntos y amenaza con dejar paso a su mejor temporada como profesional. Un pívot a la antigua usanza, todo potencia, que ha trabajado durante el verano con su lanzamiento y sus movimientos en el poste bajo.

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