Boxeo

Tyson: «Espero que alguien me mate antes de que me mate yo»

El campeón mundial de peso pesado admite que es «maniaco depresivo» y que consumió cocaína «de lunes a domingo» para poder superar «un infierno»

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El campeón mundial del peso pesado, el británico Tyson Fury, ha revelado que es maniaco depresivo y que en los últimos meses se ha refugiado «en la cocaína y el alcohol» para superar una profunda depresión que le ha llevado a tener «pensamientos suicidas».

En una entrevista con la revista británica Rolling Stone publicada este miércoles, el polémico Fury, de 28 años, que a finales de noviembre del pasado año le arrebató en Dusseldorf (Alemania) el título mundial al ucraniano Wladimir Klitschko, ha asegurado que es «maniaco depresivo» y que no pisa un gimnasio desde mayo.

«Llevo todo este tiempo bebiendo y consumiendo cocaína de lunes a domingo y poniéndome gordo como un cerdo. Lo único que me ayuda es beber hasta perder el conocimiento», señaló.

El campeón de los pesos pesados de los cinturones WBO y WBA concedió la entrevista a Rolling Stone días después de anunciar en las redes sociales su retirada y de retractarse poco más tarde, alegando que todo fue una broma.

«Le voy a decir lo que ha sucedido: ha sido una caza de brujas desde que gané el título mundial. En cuanto me hice medianamente famoso por hacerlo tan bien ha habido una caza de brujas, por mis orígenes, por quién soy; hay un odio hacia los gitanos en el mundo. Sobre todo en el Reino Unido», comentó Fury.

«Tuve que pelear ante uno de los mejores campeones de la historia y nadie apostaba por mí. Derroté al tipo y me trataron como a una mierda. Después de una semana, la IBF (Federación Internacional de Boxeo) me quitó el cinturón y se lo dio a otro», añadió el británico.

Dos semanas después de su sonada victoria sobre Klitschko hace once meses, en la que fue una de las mayores sorpresas en la historia de este deporte, la IBF despojó a Fury de su título por no pelear contra Vyacheslav Glazkov.

El pasado mes de julio, el boxeador de Wythenshawe (norte de Inglaterra) rechazó la propuesta de revancha con Klitschko alegando un esguince de tobillo, y ésta se pospuso para este 29 de octubre en el Manchester Arena. Sin embargo, el combate también fue cancelado hace dos semanas y sin justificación. Su agente y tío, Peter Fury, señaló que Tyson «no está apto para pelear» y que no espera que su sobrino suba a un ring antes de 2017. «Si soy honesto, puedo decir que no tenía nada. No he pisado el gimnasio desde hace meses. He estado ausente: bebiendo y haciendo cualquier cosa para distraer la mente. Solía adorar el boxeo cuando era pequeño, pero ahora lo odio», subrayó Fury. «Lo único que me ayuda es emborracharme hasta no poder más. Dicen que soy bipolar. Soy maniaco depresivo; espero que alguien venga y me mate antes de que me mate yo mismo», sostuvo.

El boxeador reveló que «era mucho más feliz cuando no era campeón del mundo» y que para superar la depresión se refugió en la cocaína. «He consumido mucha cocaína. Mucha. ¿Por qué no debería tomarla? Es mi vida, ¿no es así? Puedo hacer lo que quiera. No es una sustancia que mejore el rendimiento. ¿No puedo tener vida?», preguntó Fury. «Estoy pasando por un infierno personal, tratando de quitarme muchos demonios de encima. No quiero seguir viviendo. Esta gente me ha llevado al límite, no puedo más. La cocaína es algo menor en comparación con el deseo de no seguir viviendo», aseguró.

«Era mucho más feliz cuando no era campeón del mundo, ya que la gente no me jodía tanto. Estoy en el hospital viendo psiquiatras y dicen que soy maniaco depresivo. Ellos me han hecho todo esto. Y todo por el boxeo, por ganar títulos. Gané a ese tipo, pero todo esto sigue siendo una mierda», prosiguió. El pasado fin de semana, Fury se burló de las acusaciones de consumir cocaína publicando en su cuenta en la red social Twitter un fotomontaje con su cara sobre la del actor Al Pacino en la película «Scarface» con la etiqueta «Tysonmontana».

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