Un templo para los héroes españoles

Seve Ballesteros, Rafa Nadal, Pau Gasol, Fernando Alonso, Miguel Induráin, Ángel Nieto... Así, hasta el infinito. La historia de nuestro deporte ha ido acumulando estrellas más que suficientes como para que ese firmamento merezca un templo permanente en el que poder homenajearlas. Eso pretende ser «Héroes», el museo interactivo que se abrirá en Madrid en los próximos meses. Un espacio en el que el visitante podrá ver, escuchar, tocar y oler lo mismo que ven, escuchan, tocan y huelen los deportistas de élite. Un viaje de 90 intensos minutos por un box de Fórmula 1, un green de St. Andrews, el vestuario de la selección española de fútbol o la zona de un partido de baloncesto. Todo ello salpicado de aquellos objetos originales (camisetas, trofeos, raquetas, balones...) con los que nuestros héroes lograron sus triunfos.

«La idea surge hace dos años, entre charlas de amigos sobre algún fracaso de nuestros deportistas, creo que era el del Mundial de Brasil. Nos dimos cuenta de lo rápido que nos olvidamos de lo que han conseguido. Por eso, queremos ofrecer un espacio que reúna los éxitos de nuestros deportistas, que los ponga en valor y que sirva de impulso para el deporte base», explica Jaime Viguri, una de las mentes pensantes de Stark Universal, la empresa de eventos y espectáculos que ha desarrollado el proyecto en el que ya se han implicado numerosas empresas, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y el Comité Olímpico Español y el Comité Paralímpico.

Parque temático urbano

Stark Universal tiene la idea y la financiación, y solo le falta un espacio donde desarrollar este ambicioso proyecto. Hay tres inmuebles del centro de Madrid que reúnen las condiciones adecuadas, de entre 2.000 y 4.000 metros cuadrados de superficie, y con cuyos propietarios ya se está negociando. Si se cumplen los plazos, «Héroes» podría ser una realidad el próximo mes de diciembre.

Más que un museo, «Héroes» será una especie de parque temático urbano en el que el espectador se irá sumergiendo en experiencias de hiperrealidad. El bagaje que Stark ha acumulado estos años como productora de eventos y espectáculos (produjeron, entre otros, la ceremonia de inauguración de los Juegos de Invierno de Nagano o la adaptación al patinaje de musicales como «Mamma Mía» o «Peter Pan») orientó el proyecto hacia el campo del entretenimiento: «En todas nuestras producciones –indica Viguri– nos damos cuenta de que una de las cosas que más le interesa al público es la interacción real».

Y para que esa interacción sea completa, es necesario cuidar hasta el último detalle del show: que el box de Fórmula 1 sea exactamente como uno de verdad, que se escuche de fondo el rugir de los coches, que huela a rueda quemada y que el actor se comporte como si fuera el ingeniero jefe de la escudería. Que en el decorado del vestuario de Johannesburgo donde España ganó la final ante Holanda huela a réflex y haya una reproducción de la Copa del Mundo. «La idea es dar ocasión al público en general de visitar aquellos entornos del deporte que no suelen ser accesibles. Y queremos activar todos los sentidos para que la experiencia sea totalmente inmersiva», comentan los creadores del proyecto, que quieren poner al visitante en el centro de la acción, de tal manera que al comprar la entrada se podrá indicar qué deportes interesan más, y así los actores de cada sala podrán ofrecer a cada espectador un trato personalizado.

Parte de la recaudación de «Héroes» revertirá directamente en el Comité Olímpico Español y en el Comité Paralímpico, que han acogido con entusiasmo un proyecto que además pretende ofrecer empleo a exdeportistas dentro de la bolsa de trabajo de alguno de los dos organismos. A medio y largo plazo, el objetivo es que el museo-parque temático se convierta en una especie de «embajada del deporte español», pues también tendrá capacidad para acoger en sus instalaciones un centro de formación y hasta un gimnasio. Y al final, ser más que un museo, un templo del deporte.