Halterofilia
Un Mundial sin los apestados
La halterofilia expulsa a los países con dopaje sistemático ante la amenaza del COI de dejarla fuera de los Juegos
En los pasillos del Anaheim Convention Center, donde se disputa estos días el Campeonato del Mundo de halterofilia , se respira un ambiente distinto al de pasadas ediciones. El evento, que se celebra este año en la ciudad californiana, vive pendiente de los brazos más poderosos del mundo y de las pesas, aunque lo hace esta vez sin sus rostros más conocidos. Estrellas derrotadas por el dopaje masivo cuyos países de procedencia han sido castigados sin un sitio en el torneo. La amenaza del Comité Olímpico Internacional (COI) tras los positivos registrados en Río 2016 fue clara. O se ponía un remedio claro y contundente a los tramposos o su deporte saldría del programa olímpico. Una amenaza que la Federación Internacional (IWF) parece haber tomado en serio en su primera gran cita después de los Juegos, a la que no ha invitado a nueve de los países referentes de este deporte por su alto número de positivos.
« Es algo que se tenía que haber hecho antes. No teníamos que haber llegado a esta situación límite con el COI . Estos países que se han quedado fuera tenían tanta fuerza dentro de la halterofilia que al final parecía que estaban por encima de todo, incluso del Comité Olímpico», explica a ABC Constantino Iglesias , presidente de la Federación Española. Cuando habla de naciones con fuerza dentro de la halterofilia mundial, el dirigente se refiere a China -33 medallas en el Campeonato del Mundo de 2015-, Rusia (18), Kazajistán (14) o Azerbaiyán (3). Países que durante años dominaron un deporte de las pesas con poca eficacia en los controles antidopaje.
En Anaheim eso va a cambiar. En un intento por redimirse y limpiar su imagen, la IWF hará hincapié en los análisis de sangre y orina . De los 377 atletas presentes en el campeonato, más de la mitad deberán pasar por el laboratorio. Un avance que no es más que una pequeña muestra para convencer al COI de cara al futuro.
Continuidad olímpica
« No era lógico ver ahí arriba en el podio a los tramposos . Por eso, ahora la federación internacional está haciendo un esfuerzo muy grande en estos países que han sido sancionados para que cambien su sistema y puedan volver a la normalidad en el futuro», señala Iglesias, preocupado por la decisión que pueda tomar el COI en su Comisión Ejecutiva prevista para la próxima semana .
Tras analizar todas las medidas tomadas en el último año y medio por la halterofilia mundial, el Comité Olímpico decidirá si este deporte continúa en el programa olímpico a partir de París 2024 , toda vez que su presencia sí está confirmada para Tokio 2020. Hasta ahí quiere llegar Lydia Valentín, que tras haber sido proclamada campeona olímpica y haber ganado el Europeo, sueña con lograr en Anaheim -competirá el lunes- su primera medalla de oro en un Mundial. «La vida tiene etapas y creo que Tokio sería el mejor momento para dejarlo, me despediría en una edad perfecta. Será en 2020 y no lo voy a alargar ni aunque me sienta muy bien. Creo que ya he hecho mucho por este deporte», afirma Valentín, cuya figura icónica ha enganchado a la halterofilia a muchos jóvenes en España.
Los «hijos de Lydia» empiezan ahora a brillar como ella. La ausencia de los países más poderosos ha generado un crisol de aspirantes muy distinto al habitual y, entre ellos, España se ha hecho con un lugar importante. El sevillano Josué Brachi logró el martes un bronce en arrancada de 56 kilos , un hecho inédito en la halterofilia nacional, que confía en brillar aún más en este Mundial a pesar de haber llegado a la cita con un equipo muy joven. Deportistas que sueñan con darse una alegría en París 2024 y que están felices con que el deporte que aman se redima, aleje a los tramposos y los trate como apestados.
