Saúl Craviotto, apuesta española para los Juegos de Río
Saúl Craviotto, apuesta española para los Juegos de Río - Enrique Prendes
Piragüismo

Saúl Craviotto: «David Cal nos quitó el miedo a ganar»

A cinco meses de Río, aún con su presencia en los Juegos en el aire, repasamos la actualidad de la piragua nacional con el campeón olímpico de 2008, el líder emergente del equipo español tras la retirada de David Cal

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Retirado David Cal, la figura de Saúl Craviotto (Lérida, 1984) emerge en medio del piragüismo español como la de un líder. Su empeño por refugiarse tras el grupo, no es más que otra muestra de su liderazgo, tratando siempre de ensalzar a sus compañeros. A cuatro meses de Río 2016, Saúl aún lucha por lograr su plaza olímpica, algo que buscará en el preolímpico del próximo mes, aunque las sensaciones previas son muy buenas. Ilusionado y cargado de optimismo, habla con ABC de este futuro próximo, pero echando una mirada atrás. A aquellos Juegos de Atenas en los que David Cal les dio a todos un empujón definitivo para quitarse los miedos y de las medallas logradas en Pekín y Londres.

-¿A cuatro meses de Río, se ven cerca o lejos los Juegos?

-De momento, lejos, porque todavía tengo que pasar el filtro del preolímpico. No estoy clasificado y, aunque las cosas van bien por ahora, con buenas sensaciones tanto en el K1 como en el K2, soy de los que les gusta ir paso a paso y la primera etapa está a mediados de mayo. Los Juegos, por ahora, los tengo en el horizonte. Lejos porque no me he clasificado, pero cerca también, sobre todo después de tanto esfuerzo para poder llegar a ellos.

-¿Se le hace más largo el camino con el paso de los años?

-A mí se me ha pasado rapidísimo este ciclo olímpico. Parece que lo de Londres fue ayer y estamos a solo cinco meses de los Juegos de Río. Como siempre nos marcamos metas a corto plazo, con Mundiales, Copas del Mundo o Europeos, el tiempo pasa veloz y casi sin darnos cuenta estamos ya otra vez a las puertas de una cita olímpica.

-¿Cuesta volver a empezar?

-Sí que cuesta. En 2013 hice un pequeño parón. La pretemporada siempre suelo empezarla en octubre y ese año lo pospuse todo hasta enero. Me vino muy bien ese parón para romper la forma y aliviarme un poco de la tensión de la competición, pero sí que cuesta. Es un año bastante difícil, sobre todo si has brillado antes en unos Juegos. Todo el mundo espera que vuelvas a hacer lo mismo, que estés al mismo nivel. Así que hay que descansar un poco y alejarse un poco de eso.

«Antes nos daba miedo ganar, pero ahora son los rivales los que te miran con miedo porque eres español»

-¿Es difícil de llevar esa presión?

-Yo intento olvidarme, porque es una situación dura y estresante, pero es bonito a la vez. Bendita presión, porque eso quiere decir que has conseguido algo grande en los Juegos antes.

-Hay algunos, como David Cal, que no lo superaron...

-No sé si ese fue esa la situación de David. Pero está claro que una persona como él, que ha conseguido cinco medallas, que es el deportista más laureado de unos Juegos en España, tiene que estar muy motivado para seguir y si no ha sido así, si ha tenido dudas, no tenía por qué seguir. No tenía que demostrar nada a nadie. Es una decisión personal que hay que respetar y entender.

-¿Cree que su ausencia se notará dentro del equipo?

-Él fue el impulsor de esta última década de medallas del piragüismo. El líder y el referente. El que nos quitó el miedo de sacar medallas. Fue ganar él en Atenas y después vinieron muchos más éxitos en Pekín y en Londres y otros muchos que se quedaron a las puertas, pero no creo que influya que él no esté ya en Río. Su impulso definitivo a este deporte ya lo dio cuando lo tenía que dar. Ahora somos otros los que tenemos que seguir adelante con ese legado que construimos poco a poco en los últimos años.

-A usted también le costó mucho el año pasado... ¿tuvo dudas?

-La verdad es que en estos cuatro años he tenido sensaciones de todo tipo. En 2013 y 2014 pensaba que no iba a conseguir medallas y las logré sin esperarlo y el año pasado, que me sentía muy fuerte, me quedé fuera del podio en todas las pruebas importantes. Hubo problemas de todo tipo en todas las competiciones internacionales a las que fui y me asaltaron las dudas. Claro. Los tiempos estaban siendo buenos, estaba entrenando bien y las cosas no salían y te haces preguntas que no sabes responder. Pero esta prueba es así, son solo 200 metros. Si no lo haces perfecto, te quedas fuera. Todo pasa muy rápido y aparecen las dudas. Tienes dos caminos: o venirte abajo y hundirte o picarte y echarle más horas y yo elegí el segundo.

«Aún no estoy clasificado para Río, pero me siento bien. Aspiro a ir a los Juegos y volver a liarla otra vez»

-En Río tendrá 31 años, serán sus terceros Juegos, casi 20 años en la piragua... ¿qué le impulsa a seguir?

-Después de conseguir un oro olímpico queda poco más. Es lo máximo. Por eso, yo intento ponerme pequeños objetivos a corto plazo y sentir esa ilusión. Cuando vea que no tengo ilusión -un poco como le pasó a David Cal-, que voy a entrenar sin ganas, será el momento de colgar la pala. Pero ahora mismo estoy con ganas, fuerte, y mientras esté ilusionado, seguiré. Esto es lo que más me gusta.

-¿Una de las ilusiones de Río es demostrar que el piragüismo español sigue vivo sin Cal?

-Sí, aunque de momento no estoy clasificado, la ilusión está ahí. Aspiras a ir allí y volver a liarla. Pero si no soy yo, será otro. Está Sete Benavides que es un auténtico crack; Teresa Portela que lleva muchos años dando guerra y muchos más. No se habla mucho de ellos y estoy convencido de que en Río sí van a dar que hablar.

-¿Ha variado mucho su rutina de entrenamiento estos cuatro años?

-Siempre estamos innovando. En 200 metros, el margen de mejora se mide en décimas. Es una investigación constante de analizar rivales, materiales, ver vídeos... Son muchos detalles que aprendes con el tiempo y la experiencia.

«Cuando oigo los pitos al himno nacional siento vergüenza ajena. Es una imagen negativa para todos»

-Además, ha vuelto al K2, la prueba en la que logró el oro en Pekín 2008...

-Es un proyecto nuevo con el que estoy muy ilusionado. Después de lo mal que fueron las cosas en 2015 decidimos cambiar un poco y probar algo diferente. Es una combinación nueva y este año voy a tope con las dos modalidades. Me siento muy bien con Cristian Toro al lado y creo que puedo estar en Río en las dos pruebas. Pinta bien la cosa. A ver si la combinación es explosiva y pasa lo mismo que en 2008.

-España ha cambiado mucho en las dos últimas décadas. Hay más deportes, más deportistas, más calidad...

-Desde el impulso de los Juegos de 1992, las becas y todo lo que se ha movido alrededor ha hecho que aparezcan generaciones estables de deportistas y que todos soñemos con estar ahí arriba. Antes parecía que nos daba miedo llegar. Competir. Ahora es al contrario, son los rivales los que te miran con miedo porque eres español. En muchos deportes somos punteros y eso se nota bastante.

-¿Y eso a pesar de la crisis?

-Sí, la verdad es que hemos pasado unos años un poco durillos, pero parece que la cosa se está estabilizando. No estamos tan mal como en 2008 o 2009, ha pasado lo peor, al menos para el deporte.

-¿Le emocionaría escuchar el himno otra vez en Río con usted de protagonista?

-Claro, después del palo del año pasado tengo ganas de demostrar a todos y a mí mismo que puedo estar de nuevo en lo más alto.

-¿Qué siente cuando ve que algunos lo pitan en España?

-Siento un poco de vergüenza ajena, porque yo creo que es algo que hay que respetarlo. Te puede gustar o no, lo puedes sentir como quieras, pero habría que respetarlo. Es muy mala imagen para todos y una falta de respeto para los que lo sienten de verdad.

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