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ciclismo - vuelta a españa

Ni un rasguño para Dumoulin

El líder holandés aguanta todos los ataques de Fabio Aru en la Tejera Negra. Magnífica etapa. Victoria de Nicolas Roche

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No siempre el espectáculo es una rampa con un 25 por ciento de desnivel de una carretera rugosa perdida en los Picos de Europa. La tradición del ciclismo evoca escenarios como el de la Tejera Negra, pueblos de la sierra de Ayllón con tejados de pizarra, hayedos meridionales y recorridos que entran, salen, suben y bajan como una lengua de asfalto. Un escenario magnífico condimentado por la ambición de los ciclistas, partícipes en una hermosa jornada de ciclismo. Ni un rasguño para el líder Dumoulin frente a los ataques de Fabio Aru en la Quesera y triunfo de Nicolas Roche frente al inoxidable Haimar Zubeldia.

El Hayedo de la Tejera Negra propuso un terreno de conquista para el pelotón, donde anidan energías de todo tipo.

El Astana jugó como sabe: mucho fuego y poco rédito. Landa mandó al grupo y Aru atentó sin gas contra Dumoulin en un puerto que parecía propicio para el holandés. Unos cuantos ataques moviendo furioso la bici y el holandés, a su lado, impasible, con máscara, sin gastar un watio de más.

Dumoulin corrió pegado a Aru en una sencilla operación que facilitó el Astana. Controló la subida por el desfiladero, ya que el Giant no tiene gente para proteger al líder en el tramo caliente de cualquier etapa. También Purito puso a prueba sus reservas. No parecieron muchas. Un derrote con Vicioso por delante, neutralizado enseguida por el Astana.

Ni subiendo ni bajando pudo Aru con Dumoulin en la primera oportunidad. El líder conjuró una tentativa de Valverde, ya en la zona llana y su empuje lo llevó a la cabeza en un hermoso contraataque que no terminó de rematar. Hubiera sido fantástico un zarpazo del holandés.

La etapa fue para el hijo de Stephen Roche, aquel irlandés de los Tour de Perico a finales de los ochenta. Más rápido que Haimar Zubeldia en la meta de Riaza, donde Dumoulin descontó una hoja de su calendario.

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