efe
Entrevista a Alberto Contador

«Hay días que paso hambre»

El vencedor del Giro explica en una entrevista a ABC que la única base de su éxito es el sacrificio personal

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Oleg Tinkov se pasea eufórico por el comedor del hotel situado en un polígono industrial a las afueras de Turín, donde conviven cuatro equipos que ayer se aprestaban a recorrer la última etapa del Giro. Se ha teñido el pelo de rosa y parece un plumero junto a uno de sus ayudantes, que también se ha coloreado la barba con los tonos que identifican a la ronda italiana. El millonario ruso se abraza a Alberto Contador a la hora del desayuno y se hace un «selfie» en el restaurante convertido en un campo de batalla: platos vacíos, mondas de naranja, botellas de agua, envases de yogures y restos de mermelada por las mesas que han desocupado el Tinkoff, el Sky, el Lampre y el CCC.

Acaba la carrera y el palmarés de Contador sigue creciendo. Dos Tours, dos Giros y tres Vueltas en una secuencia casi infalible que por el camino dejó heridas: oficialmente el español no ganó el Giro de 2011 por la sanción de dopaje que le cayó en el Tour 2010, que también había hecho suyo. Es uno de los seis ciclistas en la historia que ha triunfado en las tres grandes rondas, Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España (también lo hicieron Anquetil, Merckx, Hinault, Gimondi y Nibali). Antes de la última etapa en Milán, la maglia rosa habló con ABC.

-Su hoja de servicios ya está a la altura de los grandes mitos de este deporte.-Bueno, a ver... Sí es verdad que año tras año voy consiguiendo grandes victorias y el palmarés crece. Yo lo único que puedo decir es que estoy muy orgulloso de todos los triunfos que tengo. Es realmente complicado conseguir el título en una gran vuelta y más una temporada detrás de otra. Si me hubieran dicho cuando empecé en los profesionales que llegaría a tener este palmarés, me hubiera costado creerlo.

-Y no será porque usted no ponga emoción con los sobresaltos. ¿Cómo le pasan tantas cosas?-Si es que en una carrera de cuatro fines de semana te pueden pasar todo tipo de inconvenientes, mil cosas... Caídas, averías, enfermedades. Hay que estar muy atento cada día, en todos los

«Tomo el Giro como un objetivo cumplido. Otro ciclista habría salvado el año con esto»

detalles.

-¿Qué conoce de sus antepasados? Induráin al margen, ¿a qué les suenan Anquetil, Hinault, Gimondi o Stephen Roche?-Tanto por ser reciente en el tiempo como por la nacionalidad, la trayectoria que más conozco es la de Induráin. Es la que más me ha marcado. De los demás sé que han sido grandes campeones.

-¿Se le puede considerar el mejor corredor español de la historia? ¿O con Induráin eso es mucho decir?-Bueno, de eso no tengo ni idea. Esas son cosas vuestras, de la prensa... Los ciclistas somos todos diferentes. Unos se han dedicado más a las grandes vueltas, otros a otro tipo de carreras... Yo estoy contento porque mi porcentaje de efectividad en las rondas de tres semanas es alto. No es cuestión de poner en la balanza a unos con otros. Ese tipo de comparaciones os gustan muchos a vosotros, no a nosotros.

-¿Cómo puede explicar esa efectividad suya en el Giro, el Tour o la Vuelta?-Es lo que realmente me motiva. Saber que puedo ganar cualquier carrera. También es lo que hace que me sacrifique tan duro. Al final, consigues la victoria aquí en el Giro de Italia y mucha gente cree que es lo normal, lo que tenía que pasar. Y no es así.

-¿Cómo es?-Pues hay días de muchísimo trabajo detrás de una victoria como ésta. Días de pasar hambre, de no comer prácticamente nada para perder peso, de realizar más de siete horas de entrenamiento, de salir a entrenar antes de desayunar cuando tienes todavía los músculos agarrotados del día anterior... Pero no hay otro camino. Si quieres conseguir éxitos en un deporte como el ciclismo, que está optimizado al máximo, los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.

-Esos son esfuerzos de tipo físico. Mentalmente, ¿cómo logra ser fuerte?-A ver... En una gran vuelta se depende de las piernas, pero por encima de eso se depende de la cabeza. Tienes que saber que llegarán mil reveses, debes tener la capacidad para analizar lo que pasa lo más rápido posible y tomar decisiones en el momento. Las caídas te obligan a no pensar en el dolor y a tratar de recuperar el tiempo perdido en el instante porque esos segundos o minutos son luego básicos. Después de una caída importante, hay que tratar de pasar los días de la mejor manera, disimular todo lo posible aunque lo estés pasando muy mal por dentro. También hay días malos y tienes que imponerte a tus rivales, hacer ver a los demás que estás bien cuando no lo estás. Y luego, saber aprovechar tus oportunidades. Si tienes piernas, hay que probar y atacar. Siempre he pensado que es mejor ser valiente y correr riesgos. Hay gente que no se atreve y al final se quedan con la duda de saber qué habría pasado si prueban.

-Es de estilo moderno en su concepción del ciclismo (los datos, los watios, la alimentación) y antiguo en su proceder en carrera (siempre al ataque). ¿Cuándo se deja llevar por el instinto?-Sí, es verdad. A veces los números tienen que pasar a un segundo plano y dejarte guiar por la intuición... Yo lo considero una suerte porque te hace tomar decisiones instantáneas que pueden cambiar el guión de una carrera. Antes del Giro, hice un test y sabía que estaba en condiciones de poder ganar. Pero también es verdad que un test lo haces en un puerto, sin ir a cincuenta por hora durante cuatro horas como ha pasado en el Giro, sin haber tenido caídas o averías. Eso lo cambia todo y tienes que saber interpretar lo que pasa de una manera determinada.

-El nuevo aire viene ahora por los controles a las bicis. ¿Qué le parecen?-Es un poco ridículo pensar que las bicicletas de los ciclistas profesionales llevan un motor. En el ciclismo de primer nivel, nadie

«Ha sido una carrera de mucho desgaste. No ha habido ni un solo día que haya soltado las piernas»

es tan estúpido como para usar una bicicleta con motor.

-Ha parecido que se enojaba con Mikel Landa más de un día.-No, bueno. Para nada. Ya dije el día del Mortirolo que cada uno puede sacar sus propias conclusiones. En Verbania se dio la circunstancia de poder atacar. En Cervinia le vigilé porque era el rival que tenía más cerca en la general. Creo que es una buena noticia para el ciclismo español que salga un corredor como él.

-En Italia adoran su forma de correr. ¿Se siente arropado aquí?-Mucho. Te diría que me siento igual de querido que en España. Solo puedo tener palabras de agradecimiento, tanto para el Giro como para lo que viví en la última Vuelta a España. Y eso que tienen un nuevo ídolo, joven, como es Fabio Aru, que viene empujando fuerte, y aún así conmigo están volcados también. Por eso he corrido aquí este año.

-Desde fuera ha parecido que ha exigido muchísimo a su cuerpo para ganar el Giro. ¿Cree que no le pasará factura en el Tour (comienza en 35 días)?-Ha sido un Giro realmente exigente. No ha habido ni un solo día de respiro, de esos que llegas al hotel y piensas «qué bien, que he podido soltar piernas». Cabían las dos posibilidades. Que fuera un Giro más sencillo. No es normal, pero podía suceder. O lo que ha pasado: una carrera con un tremendo desgaste para mí. Es pronto para decir cómo influirá en el Tour. Lo que sí puedo decir es que ya estoy centrado psicológicamente en el Tour, pensando en recuperarme lo más rápidamente posible... Ya estoy pensando lo que voy a hacer en los próximos días hasta que llegue el próximo Tour de Francia. Y luego ya veremos en qué condiciones llego.

-¿No es un poco ingrato ganar el Giro y no tener tiempo para celebrarlo?-Bueno, el ciclismo es esto. Nunca hay tiempo. Una victoria es un cóctel, una recepción con los patrocinadores y la fiesta con tu gente y tu pueblo. Ya sabía que este año iba a ser especialmente complicado porque no hay tiempo para eso con el Tour a las puertas. Para mí, es como un objetivo cumplido. Cualquier otro ciclista habría salvado ya el año. En mi caso no es así. Me lo planteo de otra manera. Soy el más exigente conmigo mismo. Es mi apuesta.

-Usted siempre dice que ha ganado tres Giros, aunque oficialmente solo sean dos.-Para mí siempre serán tres Giros. Todo el mundo pudo ver quién ganó en aquella carrera (2011). Hasta los propios corredores saben quién fue el ganador.

Ver los comentarios