Jadilla Rahmoudi: «Si se hablara de atletismo un cuarto que de fútbol»

Hoy, sobre las calles de Madrid, Jadilla Rahmouni (Marruecos, 1986) se pondrá las zapatillas por última vez en la San Silvestre Vallecana para decir adiós a un curso con grandes momentos y una espinita clavada, el Europeo de Zúrich, en el que se quedó lejos de su objetivo: bajar de los dos minutos en los 800. Tratará de quitársela en 2015, en los Mundiales de Shanghái, a los que aspira y se entrena a conciencia, como ha explicado para ABC. A quien también ha confesado un secreto: no engorda en Navidad.

-¿Qué significa para usted despedir el año en la San Silvestre Vallecana?-Es una carrera muy grande, por la gente, por el ambiente, te lo aconsejo. Puedes ir sufriendo en los últimos metros, pero siempre hay alguien a tu lado que te anima y sigues.

-Acostumbrada a la pista, ¿le pasará factura el asfalto?-Sí, las sobrecargas no me las quitará nadie al día siguiente, pero te recuperas enseguida. Y esta carrera es una buena causa para sentir esas agujetas.

-¿Cómo valora su 2014?-Estoy orgullosa. He estado en mis marcas, he sido campeona de España de 800 otra vez, estuve en la Copa por selecciones, en la que quedé muy contenta con los resultados. Y también fui a los Europeos de Zúrich, que era mi objetivo del año. Aunque ahí no quedé nada contenta. Me ha faltado ese pincelito, pero no me puedo quejar.

-Terminó a mucha distancia de sus propios resultados en aquella final en Zúrich. ¿Piensa mucho en ello?-Sentí mucha rabia al pensar que me había estado entrenando todo el año para llegar en las mejores condiciones y lo eché por tierra porque ese día algo no funcionó. Es una impotencia que no se soluciona después de la carrera. Se me quedó muy mal cuerpo.

-¿Piensa resarcirse en 2015?-Voy año a año. El objetivo de este es el Mundial de Shanghái. Y por el camino, volver a ser campeona de España y mejorar mis marcas.

-Ha sido otro año fantástico para el deporte femenino español.-Se habla de ello, pero no en profundidad. No lo suficiente como para poder valorar todo el trabajo y el esfuerzo que se ha puesto cada día. Como las medallas en atletismo. Se habla muy poco de mi deporte, y cuando se hace, suele ser por cosas negativas o muy por encima. Si se hablara de atletismo un cuarto de lo que se habla de fútbol se solucionarían muchos problemas.

-¿Le ha costado dinero el atletismo?-Pasé mi época, sí. Ahora, por suerte, la Federación cubre muchos de mis gastos. Pero hay ciudades que no tienen las infraestructuras necesarias. No solo es salir a correr, eso lo podemos hacer todos. Es necesario mucho más (médicos, entrenadores). Si se hablara más, habría más ayudas. Y creo que esfuerzo por nuestra parte hay.

-¿Ya piensa en 2016?-Claro, ahí solo hay una meta: Río. Trabajaré para estar en las mejores condiciones y lograr la mínima. Entrenarme, cuidarme y a los Juegos.

-¿Le pasa factura la Navidad?-No, porque no me engordo. Se me cierra el estómago antes de coger el primer plato. Tengo esa suerte.

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